Más allá de la pelea del Athletic por los puestos europeos, este lunes en Son Moix todos los focos estuvieron sobre la figura de Iñigo Ruiz de Galarreta. Después de que Javier Aguirre confirmara que será jugador rojiblanco a partir de este mismo verano, por mucho que tanto Valverde como Jon Uriarte echaran balones fuera sobre el futuro del jugador, había ganas de ver el desempeño del eibarrés en su último partido contra su futuro equipo.
El técnico mexicano apostó por situarle como pivote acompañado por Manu Morlanes y un Kang In Lee que, sin lugar a dudas, fue el mejor jugador del partido.
Pero la propuesta futbolística del Mallorca no destacó por ser excesivamente preciosista y tampoco se le vieron muchos detalles con el balón, si bien consiguió filtrar un par de pases y centros peligrosos a sus compañeros en alguna de las contras con las que inquietaron a la zaga rojiblanca.
De hecho en lo que más brillante estuvo fue en la labor sin balón, presionando muy arriba a los que la temporada que viene serán sus competidores en la sala de máquinas del Athletic. Considerado siempre un jugador talentoso y poco dado a defender se vio que ha dado un salto de calidad en esta faceta.
Aunque lo que más dará que hablar en las próximas semanas fue su papel en la acción que acabó decidiendo el partido. Y es que en la última jugada del partido, y cuando todo parecía abocado a la derrota, un remate a la desesperada de Raúl García golpeó en la mano de Ruiz de Galarreta. Por lo que Figueroa Vázquez decretó la pena máxima que se encargó de convertir Iñaki Williams y que puedes ver en el vídeo adjunto a esta noticia.