Acaba una nueva temporada del Athletic Club y, como en los últimos años, nos deja muy mal sabor de boca. Ha sido una campaña con algunas alegrías (cuartos en el parón del Mundial, tacada de 13 de 15 puntos tras ganar en Almería, bonitas eliminatorias coperas) pero con muchos disgustos para la parroquia rojiblanca. Muchísimos más de los que nos merecemos, porque al final la afición siempre es incondicional y con un poco que nos den nos volvemos locos.
No es de recibo la recta final que ha hecho el Athletic, con errores garrafales de cara a portería y más graves todavía en defensa en partidos claves que han supuesto perder un montón de puntos y como consecuencia quedarnos fuera de Europa. Hace un par de meses sacábamos seis o siete puntos al octavo clasificado y nos han comido la tostada porque hemos sido unos pardillos con muy mala suerte.
Unos pardillos disfrazados de Olentzero y en Primera división los regalos se cogen al vuelo, luego así nos volvemos a quedar huérfanos de las competiciones europeas por sexto año consecutivo.
Soy de los que me llevo el disgusto padre (como la gran mayoría de vosotr@s), intento pasar del fútbol durante unos días, me importa un carajo si salen doce de la plantilla o si fichamos a catorce pero una vez pasado este "ritual", me vuelve la ilusión y empiezo a disfrutar con la nueva camiseta, los fichajes, presentaciones, novedades de todo tipo, etc...
Empieza la pretemporada y a vuelvo a soñar con partidazos en San Mamés, con grandes eliminatorias de copa, con chavales que despuntan y se salen en el césped, o con jugarnos el último partido en casa una plaza de Champions League.
Me viene todo esto a la cabeza porque soñar es gratis y soñar con los éxitos de nuestro Athletic es lo más placentero que pasa por mi mente futbolísticamente hablando. Cada uno que pase el sofocón como buenamente pueda, pero a principios de julio todos montados en este barco que muchas veces se hunde y nos hundimos con él, pero algunas veces nos lleva a puerto y lo que sentimos no lo va a entender ningún aficionado de otro equipo por mucho que se lo expliquemos.
Por mucho que nos enfademos, juremos en hebreo, critiquemos o pidamos dimisiones, nadie nos va a poder sacar de dentro este veneno que es el Athletic.
· Por Luis Mari Vivanco, 'Perillas', periodista de Tele Bilbao
Pues yo creo que es al revés, mandamos 'melones' y esperamos goles. No hay centro del campo jugando como tal. Está repartido en una parte muy defensiva y destructora y otra muy incrustada en la delantera. Entre ambas no hay jugadas. Y Guruzeta 'trabajando mucho' porque no lo hacen otros y no llega nada. Las ocasiones de la estadística están cogidas muy por los pelos. Y dejamos ir a gente como Zarraga que, bien organizado, podría hacer esa labor, porque si esperamos a Herrera estamos aviados. Espero equivocarme, pero...
Estómagos agradecidos
Lo que necesita el Athletic es un delantero que marque goles,creamos oportunidades pero no tenemos rematador
Pero si tú comes gracias al Athletic, que más te da.