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Guruzeta, Villalibre e Iñaki Williams... ¿Mucho 9 en el Athletic?

Kuitxi Pérez

Leones de tres en tres en el Athletic Club... Ander Capa se había hecho fuerte en lo más alto de su torreón levantado a base de sueños. Arengado por el rumor excitante que le llegaba desde la grada fondo norte, hasta la que había llegado como si algo grandioso intuyera, tocó de lujo la pelota. Volea sutil que deriva en un centro a media altura que se va alejando de la portería porque su intención es evitar la salida del portero. Que no se mueva. Que los tacos de sus botas se claven en la delgada línea roja, esa que separa la nada de un partido insulso del todo que supondría que alguien avezado la encajara en la portería de Ter Stegen, un teutón reclutado del bosque de Teotoburgo luego de haber participado en el "desastre de Varo". Recién había saltado al césped Aritz Aduriz. Poco tiempo le quedaba al partido.

Lo suficiente para, al ver cómo el cuero le llegaba regalado, dictarle a su cuerpo que se tornara horizontal con respecto a la tierra. Como si amagara un salto de altura estilizado por un rodillo ventral, de antaño, cuando lo vintage causaba furor en los estadios donde las marcas se pagan muy caro. ¡Quién no se acuerda! Reminiscencias de una maravilla. Aduriz, colosal. Dándole gracias a la vida por haber sufrido tanto. Su último gol. Y también el primero: ¡sólo hay un gol!

Porque del récord mundial se vive. Lo demás son pamplinas.

En la mente de Valverde, grabado a fuego. Como en esa máquina con la que se dedica a fotografiar a sus leones. Como con ese salto del sueco Armand Duplantis que dejó la tierra a 6,23 metros mientras su cuerpo gesticulaba en el aire el movimiento completo con el que Aritz Aduriz se quedó pegado a las puertas del cielo a la espera de que a Dylan le diera por componerle  una canción.

Mikle Vesga, poderoso en el triunfo ante el Cádiz en San Mamés (Foto: Athletic Club).

Y es así que Ernesto Valverde vive arrimado al muro de las las lamentaciones suplicándole a los profetas que anuncien la llegada del hijo verdadero porque considera que desde Aduriz todo es 'fake'.

Repasa su Biblia y va tachando el nombre de los que parecían y no lo son; de los que eran y se murieron...Iñaki Williams, 'Rulo', Villalibre, Sancet, Marton, Guruzeta... y ese resto que se mueve por Lezama y él mira de manera esquiva.

Iñaki ha sido el más valorado para jugar de ariete a domicilio y pegado a la banda derecha en San Mamés. Sea como fuere, al mayor de los Williams habría que condecorado por los muchos y grandes servicios prestados a esa patria suya y nuestra que se llama Athletic Club, "caso único en el mundo". Y en cuanto a Valverde, debería esmerarse para, al final de su tercera etapa en su "club de referencia", dejar el legado de un par de 'nueves' de presente rabioso y futuro de gloria.

En la última comparecencia en San Mamés, la de la "goleada perfecta" que se le encajó al Cádiz, a Txingurri le dio por protagonizar el desnudo integral de la trilogía de su ataque. Gorka Guruzeta, qué otra cosa puedo hacer, a la fuerza me ahorcan, como si bebiera los vientos por él, anda, chaval, sal, esmérate y marca, la palabra te acompaña: "no hay dos sin tres". Corría el 65'. Gato panza arriba zarandeado por un león. Calentaba el 'Búfalo'. Valverde le dijo cuatro cosas para que no pareciera que el de Gernika saltaba al campo sin instrucciones.

Gorka Guruzeta marcó también ante el Cádiz en San Mamés (Foto: Athletic Club).

A la espera de que el juego se detuviera, De Marcos percutió por la derecha, como siempre, y se inventó un pase de lujo a las entrañas del área, como nunca. Defensa burlada. Portero vendido. Guruzeta, de cabeza, ariete que violenta la portería. El tanto del Athletic le puso a Ernesto en un brete. "Si no lo cambio, la gente va a creer que lo iba a cambiar pero que, al anotar, he reculado dando marcha atrás".

"Si activo a Villalibre y retiro a 'Guru', lejos de que se crea que es un gesto para premiar al goleador, la cátedra, que no es tonta, será consciente de que mi confianza en Gorka Guruzeta es de esas de quita y pon". Entre el primer gol y la retirada del anotador, apenas un minuto. Lo suyo sería cuestionarle al míster del Athletic acerca de lo que el cambio del goleador escondía y/o dejaba al descubierto.

Quiso la tarde que la vanguardia del Athletic entrara en erupción cual volcán antiquísimo que se creía dormido. De repente. Sin previo aviso de temblores que pusieran en alerta a Conan: "qué barbaridad". "Me hablaron de leones, no de búfalos ni panteras". Esto último no lo dijo, pero sí lo pensó. Testarazo de 'Villa'. Y para completar la faena, orfebrería fina de un Iñaki Williams que empezó a ser indispensable en este Athletic desde el día en el que debutó.

Control orientado con el pecho, pierna derecha, empeine exterior de su bota. Sutileza a la altura del mejor gol de Romario. Guruzeta, Villalibre, Iñaki Williams. Intuición. Pericia. Calidad. ¿Y ahora qué  hacemos, Valverde?... "¡Hagámoslo otra vez!" Como el que no se quiere mojar y termina empapado.

• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista

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  1. Enrique

    6 temporadas sin ir a Europa,. QUÉ largo se hace! Yo tengo paciencia y tú

  2. Eusebio

    Que la Virgen de Begoña, los siga iluminando.

  3. Mr Pentland

    En toda mejora sigue habiendo tropiezos, no es bueno estar con la guadaña esperando para cortar cabezas Enrique. Se mejora evitando complejos y los miedos a intentar, así es como se consigue regularidad con el gol. La línea es buena y lo que hay q hacer es darles confianza, no diciendo que acabas de empezar la carrera y que seguro q te caes, q se caerán pero cada vez menos. No podemos pretender tener 3 Lewandoskis de la noche a la mañana, pero si apoyarlos en su momento dulce. Qué menos!. Aupa Athletik

  4. Enrique

    La liga es larga, recordar la temporada pasada. Tranquilidad y paciencia, cada cual a su hora