Un recogepelotas del Rubí alucina al chocar la mano con Iñaki Williams: "Me ha tocado, tronco"
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Iñaki Williams fue uno de los más aclamados antes del partido contra el Rubí
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Un recogepelotas alucinó cuando el jugador le tocó
La ilusión invade la Copa del Rey, sobre todo en las primeras rondas en donde los equipos más humildes del fútbol español pueden soñar con derrotar a los grandes. El Athletic Club visitaba al Rubí y la emoción por ver a uno de los equipos que más títulos copero se ha llevado. Iñaki Williams hizo muy feliz a un recogepelotas del campo local.
El jugador vasco estuvo muy atento con toda la afición y miembros del staff del equipo rival. Tanto es así que uno de los recogepelotas alució cuando el futbolista le atendió para hacerse una foto como se puede ver en el video superior.
Iñaki Williams no disputó ni un minuto ante el Rubí
El Athletic Club ganó por un ajustado 1-2 a un UE Rubí heroico, en un partido en el que el humilde equipo catalán le plantó cara a un segundo Rey de Copas sin memoria.
Los hombres de Ernesto Valverde saltaron al verde artificial con el objetivo de plasmar la gran diferencia de categoría, hasta cinco, sobre un rival modesto pero histórico del fútbol catalán. Así fue como, ya en su primer contacto con el balón, el cuadro bilbaíno avisó sobre la portería rival en una doble ocasión que topó con un decisivo Rafa Leva, el veterano portero del Rubí que, a sus 42 años, esa noche se vistió de protagonista.
Las atajadas del guardameta vallesano fueron el preludio del monólogo vizcaíno, sin embargo, los catalanes supieron aguantar monopolio del balón de su rival sin pecar de osadía, e incluso tuvieron la oportunidad de inquietar la portería de Agirrezabala en un par de vanas ocasiones.
En la tónica de lo esperado, el combinado encabezado por Jordi Peris aglomeró una gran cantidad de hombres en el área propia, conteniendo a su rival momentáneamente. Con todo, los del ‘txingurri’ intentaron desgastar a un Rubí que mordió defensivamente, pero la insistencia no dio frutos ante un equipo atrincherado en el balcón de su área.
Un digno Rubí tiró de amor propio para asegurarse un primer término sin goles, y la desesperación del Athletic se marchó con él al vestuario. El cuadro local volvió a las andadas sabiéndose vivo en el partido, pero los vascos, con la lección ya aprendida, plasmaron rápido unas mejoras obligadas.