Los hermanos Williams le ponen música al Athletic

En espera de recibir este mismo viernes al indignado Celta de Vigo en San Mamés (21.00 horas), hay mucha paz en el entorno rojiblanco. Los puntos son una preciosa sangre en las venas zurigorris y ganar lejos de Bilbao era algo que no se saboreaba desde el mes de septiembre ante el Deportivo Alavés en Gasteiz. El Athletic Club de los hermanos Williams Arthuer, Iñaki y Nico, esos mismos que bromeaban cantando este lunes una canción de Ghana en el gimnasio de Lezama, sigue detentando plaza europea con 21 puntos tras vencer ante el Villarreal de Pacheta en el Estadio de la Cerámica.

Una visita históricamente hostil para los 'leones' de la que salieron fortalecidos a pesar de los dos goles al final del encuentro que dejaron en triunfo por la mínima el 0-3 que era casi una goleada en el minuto 85.

No obstante, esos dos tantos amarillos, merecidos como lo hubiesen sido más goles visitantes de haber llegado, no empañan un partido tremendo de los de Ernesto Valverde y la determinación con la que encararon un choque que podía descabalgarles de la zona continental de la tabla que, tras cinco decepciones seguidas en las últimas temporadas, empieza a ser una obsesión en el Bilbao futbolístico.

El conjunto vasco no solo defendió su sexta posición sino que, ayudado por la victoria del FC Barcelona en el Reale Arena, subió un escalón y se aupó a la quinta. De haber perdido, le hubiera pasado el Betis y estaría fuera de Europa.

El Athletic abrió el marcador al minuto y medio de partido y ya ganaba 0-3 a la media hora. Por medio tres golazos, cada uno a su manera, de Iñigo Ruiz de Galarreta y los Williams.

El primero, un disparo imparable a la escuadra de 'Galaxy', que había recibido de Nico; el segundo una preciosa combinación entre Nico y Sancet, que le dejó el gol hecho devolviéndole la pared, y el tercera, una acción a la media vuelta en la frontal de Iñaki, tras recibir también de Sancet.

El Athletic de los Williams y también de Unai Simón y Sancet

Porque, aunque está claro que desde el ascenso al primer equipo del pequeño de la saga, y más con el enorme protagonismo que ha adquirido, que las caras de este Athletic de la tercera etapa de Ernesto Valverde son las de los Williams, este equipo es también el Athletic de Sancet y el de Unai Simón, sus otras dos estrellas.

Como se demostró en Vila-real, donde el meta volvió a dejar claro con intervenciones que salvaron goles porqué es el portero indiscutible de la selección española, y Sancet que es pieza clave en la generación de las jugadas en el último tercio de campo. Le faltó su golito al navarro, pero lo buscó y lo mereció.

Aunque más allá de sus flamantes internacionales y sus figuras emergentes, este equipo es también de Oscar de Marcos, impresionante por la banda a sus 34 años, y empieza a ser de Galarreta, el jugador que le faltaba a Valverde la temporada pasada junto a Mikel Vesga y que no pudo ser Ander Herrera por sus problemas musculares.

El refuerzo de Iñigo Ruiz de Galarreta

Galarreta 'rasca' sin balón lo que se le pide a un medio centro posicional, presiona hasta donde haya que ir a presionar y, ya con balón, pone pausa, criterio, velocidad, verticalidad y llegada según demande la jugada.

Completa el once un bloque defensivo que ha tenido que recomponerse por la marcha de Iñigo Martínez y las lesiones de Yeray Álvarez y Yuri Berchiche, y que quizás sea el punto más débil a pesar de la valentía de Dani Vivian y el esfuerzo de los meritorios Aitor Paredes e Iñigo Lekue.

La labor oscura que permite a Iñaki Williams jugar en banda y los cuatro goles marcados hacen de Gorka Guruzeta un '9' titular que empieza a tener la estima de una grada más de Asier Villalibre que del donostiarra.