Athletic... Sí hay camino. Tu propio camino, que es el nuestro, también. Ese sendero sobre cuyas huellas, tus huellas, vas pisando con precisión aunque tus ojos estén vendados. De sobra lo conoces porque tus ancestros se encargaron de sellarlo a fuego en tu memoria desde aquella primera vez. Siempre hay un primer momento para todo. Del mismo modo que una 'Final' siempre hay, como la ha habido y la volverá a haber así que la historia le siga prestando al Athletic Club su propio tiempo y lugar.
Cada cual tiene 'su propio Athletic' guardado a buen recaudo en ese 'yo más profundo' que lo habita. Todo me remite a aquel tiempo en el que, con la ingenua felicidad que atesora la infancia, mientras volteábamos el sagrado barrio de 'La Florida, sin letra, tarareando, cantábamos lo que muchos años después habría de convertirse en el hermoso himno que como preludio suena y se canta en los partidos de la Catedral. "Laralalaralalalara... laralalaralaralara"...
Un ultimo paso. Zancada, más bien. Tod@s. Con nuestras botas de mil leguas. Cómo no pensar que seremos capaces. Abro uno de mis 'Cuadernos de viaje' para encontrarme con él. A solas. En este momento crucial, no quiero, ni necesito, a nadie a mi lado. Desde la habitación de su casa de Pedrosa, Carmelo Bernaola me mira como no deja de mirarme desde aquella primera vez en la que tomé contacto con él desde la distancia que nos separaba...
"El cuadro de Arteta en la pared (Pitxitxi, 'Idilio en los Campos de Sport') recuerda su pasión por el fútbol, sobre todo por el Athletic, y las manos sobre la partitura, la constancia del compositor en el trabajo, que siempre le acompaña". Bajo aquella fotografía de la que me serví para prologar "Aprovechando que el Athletic pasa por Valladolid", una cita que con tan pocas palabras lo dice todo. Una declaración con la que comulgo cada vez que asisto al rito sagrado del fútbol de este Athletic que me vuelve loco...
"Ya no sé si mi pasión
es por el fútbol
o sólo por el Athletic"
Tampoco yo lo sé, y podría ser que no lo hubiera sabido nunca. A las puertas del decisivo partido ante el Atlético de Madrid, consciente de que mi palabra de hoy no aportaría más que las palabras de entonces, rescato las que fueron escritas el 6 de Junio de 2002...
"Cielo. Minas de oro, un campo de fútbol infinito, morada de los que se fueron... ¡un espacio sin dolor!... Al cielo se nos ha ido hoy Carmelo Bernaola, afamado músico de Otxandio que, a petición del presidente Arrate, y movido por su inmenso amor al Athletic, compusiera, junto a Antton Zubikarai, el actual Himno de nuestro idolatrado Club tomando como materia prima una 'Marcha' del tolosarra Feliciano Beobide. Zubikarai, bai, autor de la letra.
Esa que balbuceábamos recorriendo La Florida pensando en 'Días como éste', esa mágica noche en la que la palabra y la música serán decisivas para llevarnos a nosotros mismos en volandas camino de una final de Copa que el Athletic Club tanto necesita si no queremos morir de inanición...
"Athletic gorri ta zuria
danonzat zara zu geuria
Herritik sortu zinalako
Maite zaitu Herriak"...
"Curioso día para morir ha escogido el bueno de Bernaola: el día en el que el 'Cuaderno de viajes' se acaba. O curioso día he elegido yo para concluir está visita a Pucela "aprovechando que el río que es el Athletic pasaba por Valladolid": el día de la muerte de Carmelo Bernaola. Javier Uría, nuestro presidente, desde su enfermedad, ha dirigido una carta de pésame a toda la familia del fallecido... y a la gran familia rojiblanca, esa que con ansia va descontando los granos de arena que caen en el interior de su reloj de cristal.
Llora el busto de Pitxitxi en la Catedral de San Mamés, y se marchitan las flores a sus pies (me resulta inconcebible un goleador sin piernas)... pero salta alborozado el Pitxitxi de verdad, Rafael Moreno Aranzadi, cuando ve entrar en su Paraíso al orondo vasco universal".
Hay una 'cita' muy especial al acecho. La última puerta que necesitamos abrir si es que queremos mirarle a la cara al equipo que la suerte decida colocarnos en la Final de la Cartuja.
'Cartuja', que suena a recogimiento de una Catedral en la que dormir la noche previa sobre los colchones rojiblancos que deberíamos habernos cobrado en esta semifinal a la que el Athletic nos concita en este San Mamés, siempre igual, pero distinto, que le cedió a Lezama su 'Arco' para que preservara aquellos partidos en blanco y negro que veía en la casa de los abuelos.
Iguales pero distint@s somos, también, tod@s los que en el corazón albergamos a Zubikarai y Bernaola, a Javier Uría y Pedro Aurtenetxe, a Mister Pentland, Iriondo, Koldo Aguirre, Luis Fernández, Tirapu, Urtubi, Sarabia y Clemente, Marcelo Bielsa, Txetxu Rojo...
Soy feliz. A pesar del miedo, la zozobra y la incertidumbre, soy feliz. Soy un hombre feliz. Y acordándome de los miembros de la jiennense 'Peña Athletic Club 'El Castillo de Sabiote' [Úbeda, Baeza, Sierras de Cazorla y Segura...
!Oh, qué Navidades!] sede en la que, alocad@s, gozamos de aquella maravillosa remontada [3 - 4] en los Campos de Sport del Sardinero, quiero, pido, suplico que me perdonen los muertos de mi felicidad que serán capaces de 'empujar lo suyo', y aún más, en esa noche mágica en la que (Athletic Geu gara!) soñaremos despiertos que sería inconcebible una 'Cartuja' sin Athletic en la que de una pesada y vieja Copa 'Dani' se desprenda para ponerla en manos de Iker Muniain.
• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista
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— Athletic Club (@AthleticClub) February 28, 2024