Las Palmas de Gran Canaria. Qué recuerdos. Cuando Miguel de Andrés marcó en propia puerta para estimular al equipo, que debía ganar si pretendía mirar hacia Valencia a la espera de una derrota del Real Madrid que lo hiciera campeón. La Unión Deportiva peleaba por su salvación. Pero cuando enfrente tienes unos leones hambrientos, la lógica se impone. Poco a poco, gota malaya acompañada de cinco martillazos, el Athletic Club se fue agigantando hasta terminar dinamitando la portería rival con un severo latigazo de Urtubi, pierna zurda, pie inteligente.
Se trataba de esperar. De que el gol de Tendillo no hubiera tenido réplica por parte de un Real Madrid que se terminaría quedando de piedra ante la divina presencia de Koldo Agirre, entrenador del Valencia que, con su triunfo en Mestalla, posibilitó el titulo del Athletic de Javier Clemente. Koldo Agirre, jugador virtuoso, entrenador magistral al que el azar le había robado aquella Copa de la UEFA del '77'. La Copa del rey frente al Real Betis dolió, también, lo suyo. Rafa Iriondo: 'cria cuervos y te sacarán los ojos'.
El destino ha querido que, cuarenta y un años después, los canarios se crucen en mitad del camino que los leones recorren camino de la Cartuja. Cierto que serán 'tan solo' tres puntos. Pero el hecho de que el Athletic viaje a Gran Canaria a menos de un mes de la gran final de Sevilla se me presenta como un escenario de tintes semejantes a aquel final de temporada [1982 -1983]. Alberto Bacigalupe a pie de campo. Sobre un césped seco y chamuscado por el sol ardiente, aquella voz tan del Athletic entrevistó a Dani y Clemente segundos antes del inicio de la partida.
Ramos Marco, un árbitro de prestigio, se confesó de manera breve. Y cuando ya se había hecho recuento de los tantos de Sarabia [2], Dani, Argote y Urtubi, como cosecha suficiente para la recogida de la Copa de la Liga, Sarabia, aquel niño de mi cole de la Salle de Sestao que no fue capaz de hacerme nunca una de sus bicicletas, rompió a llorar ante la presencia única y mágica del eterno Alberto Bacigalupe. Cuando el llanto lo dice todo, y todo lo cura.
Veintisiete años habían pasado desde la última liga conquistada [1956-1957]. Cuánto athleticzale privado de disfrutar de lo más grande. Muchos, también, recordando la gabarra varada que diez años después [1972-1973] no rompería amarras a pesar de que el Athletic sometiera [2-0] al Castellón de Del Bosque a orillas del río Manzanares. Toda una década sin una 'copa' que llevarse a los labios. Y cuando se decía que por la boca del rubio de Barakaldo no salían sino bravuconadas, al título liguero conquistado en el Insular le seguiría un atracón en la temporada siguiente.
La angustiosa victoria en San Mamés [2-1] ante una Real Sociedad que parecía no estar por la labor de devolver los favores prestados en la reciente liga de Atotxa. Y como el mister zurigorri había apostado por el atracón, el FC Barcelona hincó la rodilla en aquella batalla campal que se desató en el Bernabéu de seguido a que un gol de Endika hubiera supuesto el vigésimo cuarto [24] entorchado en la competición fetiche para el 'Universo Athletic'.
A las puertas de la Cartuja, aún si el sorteo de las entradas consumado, más de 20.000 socios y un buen puñado de privilegiados hacemos cuentas y nos salen 40 años sin Liga ni Copa. Desde que Bosman consiguiera pasar a la fama por una suculenta soldada [1995], el torneo de la regularidad pasó a ser cuestión de los clubes millonarios. Quién le ayuda al Athletic, por favor, quién puede asegurarle la Copa.
Porque de otro tipo de títulos no parecen estar por la labor las capacidades del Athletic. Marcelo Bielsa y su locura que a punto estuvo de darle al Athletic el primer entorchado europeo. Y sobre Copas, qué quieren que les diga que no sean finales truncadas [5], sueños frustrados, a causa de aquel pecho, tan cargado y desecho, que dejó de respirar por culpa del FC Barcelona de Guardiola y Messi, y la Real Sociedad de Alguacil, con la inestimable ayuda de un futbolista fracasado llamado Bosman...
Jean - Marc Bosman. Belga. Futbolista menor que, tras haber conseguido el beneficio de los Clubes ricos, se manejó en el repudio social como persona 'non grata'. Decisiva, sin embargo, en las ligas europeas. En 2013, mientras Real Madrid y Barcelona medraban gracias a su 'fechoría', un alicate llamado Bosman era presa del alcohol. Y de su violencia, víctimas su novia y su hija. Un año en la trena.
Gracias a este delincuente crecieron, hasta convertirse en gigantes dominadores, Real Madrid, FC Barcelona, Atlético de Madrid y un buen número de equipos que hasta 1995 no habían sido nada. Los que gracias a él lo eran todo permitieron que el de Lieja se manejara como un muñeco roto. "Estadio Jean - Marc Bosman", y no Bernabéu ni Camp Nou, tampoco Metropolitano, Cerámica ni Anoeta.
Si no recuerdo mal fue el Dépor de Lendoiro el que movió 'la primera ficha'. De seguido, la Liga tendió hacia lo desigual hasta convertirse en un Campeonato donde los ricos trampean a sus anchas.
En la medida de sus posibilidades, la UD Las Palmas y el RCD Mallorca han pillado 'cacho'. Frente al Club canario el Athletic deberá revivir el espíritu de la liga [1982 - 1983]. Si entonces en el 'Insular', el domingo, en el 'Estadio de Gran Canaria'. Si en 1983, Manolo, Roque, Félix y Pepe Juan; Zubizarreta, De Andrés, Urtubi y Sarabia; cuarenta años después, Valles, Perrone, Munir y Coco; Unai Simón, Vivían, Sancet y Guruzeta.
Tengo la sensación de que si el Athletic somete a la UD Las Palmas, el Estadio de la Cartuja verá cómo, relevo de Dani, Iker Muniain levanta la Copa cuarenta años después de aquella jugarreta diseñada entre Estanis Argote y Endika Guarrotxena.
• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista