Unos chicos de Cantabria se han unido para hacer el trayecto desde Bilbao hasta Sevilla. El objetivo: ver la final de Copa del Rey que de su Athletic Club de Bilbao disputará en la Cartuja ante el Mallorca este sábado. Entre ellos se encuentra, José Abascal, un seguidor athleticzale y que tiene "el corazón partido entre Cantabria y Bilbao". Aunque no se considera futbolero, fue el que puso en marcha el viaje en el Txoko junto a algunos de su cuadrilla de amigos del Athletic. Todo por un compañero que no tenía entrada y se dijo "no hay narices de bajar". Dicho y Hecho.
Un viaje que el propio José Abascal ha catalogado el "de su vida". Para él, estos trayectos es como una celebración en el tiempo. El nombre lo recoge en honor "al lugar donde nos reunimos". "La única diferencia es que es móvil", señala, añadiendo que el Txoko "es emoción, es pasión, es crear momentos que quedan marcados en la retina".
Un trayecto que les ha hecho recorrer más de 800 kilómetros en los que ha pasado por diez ciudades. Una idea que ha sido apoyada por el padre de uno de los integrantes, que se ofreció a realizar la ida y la vuelta efectuando el mantenimiento del Txoko. Un bus inglés que mide dos metros de ancho por cuatro de largo y que "pesa muy poquito". De martes a jueves fue la duración de un viaje que estuvo a punto de no terminarse por una avería. "Al final, todos juntos y manteniendo la calma, conseguimos arreglarlo todo", recuerda y reconoce que aunque fue un momento duro y de tensión "fuimos una piña".
Además, otra de las cosas con las que se queda fueron las personas con la que se fueron encontrando "Mucha gente se ha volcado con nosotros", explica José. En ese trayecto, además del viaje, llegó la creación de una canción "rollo flamenco", cuyo germen llegó de un viaje que hizo su malogrado padre hace años y que le gustó mucho. La letra evoca a la educación que sus padres le inculcaron, aportándole cosas diferentes, y que el hecho de que ya no estuviera fue la razón de componerla.
Sobre el partido, espera ganar, aunque señala que "nosotros ya hemos ganado". Un grupo de chavales que han hecho el viaje tras llegar a Bilbao desde Cantabria y de la que se enamoraron y en nada se empaparon de la cultura vasca y bilbaína.