Raúl García ha hecho historia en el Athletic Club de Bilbao. Pese a que llegó con críticas a Bizkaia tras su paso por el Atlético de Madrid, el nacido en Pamplona se ganó el cariño de su público y se convirtió en un athleticzale más. Y ahora, toca decir adiós para dejar paso a la generación de jóvenes futbolistas.
La carrera de Raúl García ha estado marcada por tres clubes. El Osasuna, en dónde nació y creció. El Atlético de Madrid, dónde se consagró en LaLiga EA Sports. Y el Athletic, del que se ha enamorado hasta las trancas y que será su último equipo antes de colgar las botas.
El futbolista del Athletic ha atendido a Manu Carreño en 'El Larguero' de la Cadena SER en dónde habló de lo que ha supuesto su último club. "En mi caso, que me intento involucrar al 200% en lo que hago, si algo he tenido es la suerte de los clubes en los que he estado. Independientemente del Osasuna, que lo viví de pequeño y he mamado el entorno, tanto en Madrid como en Bilbao es el día a día, y es difícil no contagiarte del sentimiento que hay tanto en la ciudad como en el club", comenzó diciendo. "Cuando llegué tenía el desconocimiento pero ahora tengo el corazón lleno de ese sentimiento".
"Es difícil no imaginar lo que me iba a encontrar porque tenía relación con gente que había estado aquí y todos decían lo mismo. Al ver el día a día en la calle, el sentimiento de todo Bizkaia te sorprende y te va ganando. Te va haciendo sentir que es real y todo el mundo se siente identificado", zanjó.
🔴⚪️ "Lo que es el @AthleticClub lo he vivido aquí día a día y es muy difícil no contagiarte de las emociones que se viven"
👏 "Todos te hablan igual de lo que es el Athletic, pero ver el sentimiendo día a día te va ganando"
🗣️ 🥹 Raúl García, convertido en un athleticzale más pic.twitter.com/7p7atlsIFb
— El Larguero (@ellarguero) May 9, 2024
Raúl García se ha despedido del Athletic y del fútbol después de una carrera llena de éxitos. "A Osasuna le agradezco el sentimiento de orgullo que tendré siempre, al Atlético todo el cariño que me han dado y al Athletic que he disfrutado muchísimo y que me voy siendo un athleticzale. Venir a Bilbao fue una decisión totalmente acertada", ha admitido.
“No busco dejar un legado, pero sí me gusta que otros vean todo lo que he trabajado y que ojalá les quede esa constancia", comentó. "No hay mejor manera de irse que con un gran año y el título de Copa metiendo un penalti y asumiendo la responsabilidad, pero lo veo como un momento feliz y no triste, ya que dejar el fútbol me va a dar la oportunidad de dedicar tiempo a mi familia y a cosas de las que había tenido que prescindir".
Un veterano que este año ha vivido la explosión de varios jóvenes a los que pudo ayudar en sus primeros días. "Mi consejo a los chicos del vestuario es que no paren y que vean que esta vida de futbolista un día se acaba", resume, antes de demostrar el buen compañero que era: "Del fútbol me quedo con los abrazos con compañeros en algunos momentos, el fútbol no es sólo jugar once contra once. Me llevo para siempre esos abrazos".