"Todo el mundo cabe en un grano de maíz". Y toda la grandeza del Athletic Club estaba a buen recaudo en el pecho de Sandor Martín, boxeador catalán que se bajó al verde para ejecutar el saque de honor, con la zurda, como Txetxu Rojo, y de seguido alejarse con sus elevados brazos del Centenario, y esa mano suya de púgil estilista con la que apretaba su corazón.
No. Sandor Martín no se merecía lo que a punto de expirar el partido habría de suceder. Un combate que, en palabras de la voz del boxeo en GOL PLAY, se debería haber decantado "a los puntos" hacia el 'rincón' de los leones. No fue así, sin embargo. Y heme aquí, en 'el día despues', con el perro de San Roque a mi lado lamiéndome las heridas antes de que se hagan llaga.
💭 Un sueño hecho realidad para el boxeador catalán Sandor Martín.
❤️ "Mis dos abuelos y mi padre eran del Athletic y yo, desde que tengo uso de razón, me he sentido identificado con sus valores y filosofía"
🥊 ¡A por el Mundial en Las Vegas! pic.twitter.com/5ZkXWd1Bsm
— Athletic Club (@AthleticClub) September 1, 2024
El peor Atlético de Madrid de la 'era Simeone' se recreó dando tumbos de principio a fin. Un Club, que cree aspirar a todo, se planto en San Mamés escarmentado luego de los serios correctivos recibidos en sus ultimas comparecencias. Diego Pablo, pragmático donde los haya, no dudó en plantar la defensa a la altura del balcón de su área, y el resto del equipo, a medio camino entre su portero y el circulo central.
No se dejó engañar Ernesto Valverde.
Asumió la posesión, cierto, pero moviendo la pelota de lado a lado, con mimo, evitando frivolidades y con su línea de zagueros bien despierta, sin perder la posición. "Si tú no arriesgas, yo tampoco", creí que musitaba Valverde observándolo a lo lejos. ¿Buscas nuestro error?... Permanece de pie en tu área técnica, o sentado en tu banquillo.
Prohibidas las pérdidas, los errores y, en especial, las malas decisiones. Ojo para leer el juego. Tacto para sentirlo. Inteligencia para entenderlo. Intuición para evitar la toma de decisiones que le permitan al rival dañarnos hasta la muerte.
El Atlético había venido a no sufrir, y conseguir aburrir hasta el hartazgo si a cambio se marchaba con el 'punto de la Federación'. El Athletic, en especial, empeñado en no entrar al trapo porque detrás de él, ya se sabe, el 'sable' mortal de Simeone. Mientras haya juego, sin embargo, la esperanza de ganar.
Y en eso llegó el final. Y las palabras de Txingurri en la sala de prensa Jose Iragorri. Hubo periodistas que, con tal de no perder la silla, abandonaron su localidad en el 90' reglamentado. De ahí que, al escucharle a Valverde, su corazón en un temblor...
"Ya ves, una jugada, un mazazo". Miedo en el cuerpo. "Cuando no puedes ganar"... Ya, ya lo sé, el empate es bueno. "No, no ha habido exceso de confianza; esto es fútbol; nos equivocamos"...
Un día después de la derrota, clavo la mirada en la imagen detenida del vídeo. Intento verificar, para ratificarme. Ojalá pudiera interferir, pero el tiempo no me deja corregir los hechos consumados. Casi pegado a la línea de cal de su banda izquierda, Nico Williams, observando las consecuencias de la temeraria e improductiva decisión que acaba de tomar, "equivocada", para su entrenador.
Y para mí. Cansado de encarar a Marcos Llorente, se giró en busca de otra panorámica del campo. Y cuando, para no tentar a la suerte en un instante tan crucial, para curarse en salud, la decisión más juiciosa era, habría sido, retrasar la pelota a Agirrezabala, un jugador más de campo, opta por un pase en diagonal, temerario e improductivo, destinado a convertirse en puro veneno para su compañero Lekue.
Pero como el 'ingeniero de Deusto' sabe ya del 'pelele de Goya', del 'saco de las hostias' y del 'botijo de la piñata infantil', resulta más 'correcto' obviar al pequeño de los Williams, alabar su precioso y preciso pase, y que del resto dé cuentas el 'maestro armero'. Que soy yo. La pelota, en su trayectoria diagonal, pasa silbando delante de Correa, en busca de Lekue, último defensa, por tanto, sin cobertura.
Como si se tratara del juego del pañuelito, allá va Sorloth que parte en desventaja pero con la fe que le inculca su entrenador. "Vamos a ver", piensa, "Lekue debe llegar al balón y controlarlo, y de seguido buscar una orientación que podría resultar errada".
El noruego, veloz, fuerte, intenso, llega a tiempo para disputarle a Lekue la posesión. Cuenta, además, con la ayuda de Ángel Correa, del que nadie se hacia cargo y terminará dándole a su equipo una victoria obscena. "Esto es el Atlético, papá". Exclamación de Simeone. Que estaba ya en la caseta saboreando el 'punto de la Federación'.
• Por Kuitxi Pérez García, periodista y exfutbolista
Lekue debería estar retirado hace años ,es un cono.No entiendo como está jugando en primera división .Y Nico tenía que haberse ido con su hermanito Yamal.Se le ha subido mucho a la cabeza la fama y se cree que es Messi. Se puede pegar una buena torta.Y encima dejando la puerta abierta a una salida.Este ya se le ve el plumero.Va a tener un año duro.
Lekue no es Cucu. Esa es la diferencia de como jugar en en Athletic, o en la selección.