No es que sea yo amigo del pesimismo para con el Athletic Club y mis pronósticos para la temporada, pero sí es cierto que de un tiempo a esta parte, hace relativamente poco, procuro no hacerme muchas ilusiones con respecto a la posición que ocuparemos a final de campaña que nos dé plaza europea o si nos presentaremos en alguna final… Más que nada, porque desde que no sueño con hazañas de nuestro equipo nos va mucho mejor.
Después de este verano atípico, en el que la Barcelona culé ponía dorsal a nuestra perla Nico Williams y hacían planes de futuro para él y su amigo Lamine Yamal, según los pseudoperiodistas blaugranas y que hicieran el mayor de los ridículos en pleno directo y delante de miles de televidentes, nos plantamos en mitad de agosto, sudando la gota gorda por el calor y aligerando el cuello de la camisa por el mal rato pasado pensando que el menor de los Williams nos daba portazo en la cara para irse a la ciudad condal, jugando la primera jornada de esta liga.
Si se tratara de dar nota a nuestro equipo después de estos 4 partidos, seguro que no estaríamos de acuerdo, porque han sido tan variadas las actuaciones y los onces de D. Ernesto Valverde, que seguro que hay cientos de sensaciones. Aun así me arriesgo a dar un suficiente alto al equipo: un 6,5.
A la hora de dar nota, y valorar este comienzo, deberíamos de tener en cuenta que nos hemos enfrentado a Barça y Atlético de Madrid, y que, a mi entender, el partido con los de la Capital en ningún caso fue merecedor de la derrota, pero está claro que el mas mínimo de los errores, hace restar puntos a tu cuenta.
El estreno contra el Getafe, dejo detalles y argumentos claros de lo que es jugar contra cualquier equipo de Bordarlas y la victoria frente al Valencia por la mínima, nos dio para no pasar este parón dándole al runrún en nuestras cabezas y creer que lo mejor está por llegar.
Así que, hemos arrancado esta apasionante temporada 2024/25 sin grandes resultados y con una posición seguramente mejorable, pero con la confianza de que este equipo está diseñado para darnos muchas alegrías.
· Por César Iban Alcón, 'El Rincón del 9'