Las vueltas que da la vida. Ahora, en 2024, mientras se habla de las nominaciones al Balón de Oro de Nico Williams y Unai Simón (el Lev Yashin), el inolvidable Julen Guerrero entrena a su hijo Julen Jon en la SD Amorebieta de Primera RFEF, el primer equipo de club que entrena el técnico portugalujo a nivel profesional tras dejar la RFEF. Julen Jon es un joven prospecto, que dicen en boxeo, que tiene todo un camino por labrarse, como ocurriese con su aita.
Este viernes, de hecho, una fecha histórica vuelve a rondar la cabeza de una eterna leyenda del Athletic Club como es Julen Guerrero López. Este 6 de septiembre se cumplen 32 años de su debut con el equipo de su vida, tras estar 10 años en Lezama saltando de categoría en categoría.
Fue un 6 de septiembre, pero de 1992, cuando Julen Guerrero se calzaba las botas para estrenarse, de la mano del alemán Jupp Heynckes, con el primer equipo del Athletic, un sueño que persiguen multitud de jóvenes desde muy pequeños y que solo unos pocos tienen la oportunidad de disfrutarlo. Julen fue uno de ellos y a día de hoy no olvida aquellas sensaciones tan bonitas. Alegrías, como la de su hat-trick de presentación en Compostela, que contrastan con las lágrimas de su adiós, vividas un 11 de julio de 2006, cuando anunciaba al mundo que colgaba las botas.
Su debut en la Primera División se produjo en el partido Athletic - Cádiz CF (2 - 1). El 20 de septiembre de 1992 marcó su primer gol con el primer equipo en la victoria (4-2) ante el Rayo Vallecano
"Lo que más recuerdo es el momento antes de salir al campo, bajando las escaleras recordé que por fin se iba a hacer el sueño realidad. Llevaba 10 años metido en Lezama, había pasado por todas las categorías y ese día es por el cual has peleado tanto, sufrido tanto y dejado de lado cosas para poder dedicarte a esto. Pensé en eso y salí al campo a disfrutar y jugar", recordaba Julen en una entrevista anterior y a través de su cuenta de Twitter un día tan especial para él.
A sus espaldas queda 14 temporadas en LaLiga Santander, 430 partidos jugados y 116 goles anotados, además de un profundo sentimiento por el Athletic Club que sigue y seguirá vigente. Al igual que el que siempre le profesó la afición zurigorri.
Un buen toque, Zarra, pero innecesario, a las bolas
Su hijo no lleva la misma trayectoria.