No sé ustedes, pero yo ésta en el Athletic Club no la vi venir, y no les estoy haciendo un juego de palabras de los míos. Tendrán que reconocerme, que ni el más forofo de los athleticzales pensó que Unai Simón o el enigmático Nico Williams podrían estar nominados a los premios a mejores jugadores del año. Yo les he de confesar que no, que ni por un momento se me había pasado por la cabeza. Seguramente porque por su operación, la aparición de Alex Padilla y el inicio liguero con la lesión de Julen Agirrezabala, Unai había pasado a un segundo plano en mi mente.
Y de Nico, qué voy a decirles de Nico... El verano ha sido tan movido que pensar en la nominación al Balón de Oro estaba en el puesto 274 de la lista de las cosas que pensábamos de Nico Williams.
Pero ahí está, han llegado, y si lo pensamos en frío la nominación de Unai Simón entre los 10 mejores porteros del año, no sólo no era justa, sino necesaria.
La temporada anterior del guardameta de Murgia ha sido soberbia, nada les tengo que contar que ustedes no hayan visto ya, y analizada en frío, es una nominación totalmente merecida.
Lo de Nico sigue siendo una locura: es verdad que derribó de un puntapié la puerta del vestuario y que nunca se había puesto en duda su calidad. No es menos cierto que la temporada había sido muy aceptable en goles y asistencias y que su convocatoria para la Eurocopa no era ni siquiera discutida. Su nivel en el torneo continental ha estado por encima de las expectativas de muchos, y el premio, no es sólo levantar la copa y la Eurocopa, sino que este reconocimiento en forma de nominación le indica que sigue por el camino de ser un futbolista extraordinario.
Un extremo extraordinario, un portero extraordinario y un club extraordinario, no me digan que no son datos suficientes como para sacar pecho. Porque si desde algunos sectores cercanos se puede achacar al Athletic y al bilbainismo unas gotas de chulería, siento decirles que en este caso están justificadas, porque el Athletic, sigue haciendo historia.
Soy de los que prefiere disfrutar lo nuestro que no enseñárselo a los de los alrededores, aunque a veces les confieso que ganas no me faltan, pero es mejor disfrutar de lo nuestro con los nuestros y a quien le moleste, ajo y agua.
Sé que es difícil pararse un segundo a reflexionar, porque este mundo del fútbol va tan rápido que no da tiempo a disfrutar las cosas, pero háganme caso. Paren un momento, piensen y miren lo que significan estas nominaciones: aplaudir el valor de los futbolistas, poner al Athletic nuevamente en el mapa del fútbol mundial y reconocer de esta forma el trabajo de formadores, educadores y entrenadores de Lezama y de los que han colaborado desde el primer equipo.
El reconocimiento sigue siendo para Unai y para Nico, pero el éxito es de todos: jugadores, técnicos, club y afición, porque los futbolistas son los que juegan sobre el césped, pero el Athletic somos todos.
Así que no lo olviden, sobre todo cuando Unai falle en una salida o Nico no marque a puerta vacía: esto es un éxito histórico. Otro éxito del famoso Athletic Club.
Spoiler: habrá más.
. Por Sergio Brau, Periodista