Un partido puede experimentar decenas de cambios de guion durante los noventa minutos. El UD Las Palmas - Athletic Club de esta quinta jornada de LALIGA EA SPORTS es enésima prueba de ello. Los pupilos de Ernesto Valverde se fueron al descanso con un contundente 0-2 gracias a los inspirados hermanos Williams y al talento de Oihan Sancet. Aunque el encuentro cambió de forma radical tras una decisión determinante de Ortiz Arias.
Los leones dominaban el choque y gestionaban la ventaja en el marcado con suma tranquilidad hasta que, en el minutos 56 de partido, Mikel Jauregizar tenía que marcharse a la caseta.
El joven centrocampista rojiblanco, titular esta tarde junto a Iñigo Ruiz de Galarreta en el doble pivote que planteaba el Txingurri, tuvo que detener la arrancada de un Sandro Ramírez que buscaba la portería defendida por Julen Agirrezabala.
El centrocampista derribó al delantero local y cuando escuchó el silbato del trencilla no dio crédito: roja directa y el Athletic se quedaba con diez. Los futbolistas rojiblancos sobre el verde no entendieron la decisión de Ortiz Arias y fueron a pedirle explicaciones.
Desde la Sala VOR no objetaron la decisión del árbitro principal, pero sí desde la zona de banquillos. Ernesto Valverde, siempre calmado y sereno, mostró su otra cara en el Estadio de Gran Canaria. La retransmisión del encuentro captó a la perfección el monumental cabreo del técnico de los leones.
Valverde no entendió el criterio del colegiado, quien decidió expulsar de forma directa al centrocampista. Cabe recordar que Mikel Jauregizar ya vio la cartulina amarilla en los primeros compases del encuentro, concretamente en el minuto 22 de partido. Las Palmas aprovechó la superioridad numérica y tan solo necesitó dos minutos de juego para recortar distancias. Precisamente, Sandro Ramírez, el otro protagonista de la acción, fue el encargado de anotar el 1-2.
Eso no es roja en la vida.