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Espabilemos, los otros no lloran por el Athletic

El eco del extremo internacional Nico Williams en San Mamés (Foto: Athletic Club).
Kuitxi Pérez García

Antes de fijar la vista en ese Son Moix de Mallorca, pretendía dar inicio a esta 'contra crónica' en ElDesmarque tras haber leído y escuchado, todo todo, lo referente al último partido jugado por el Athletic Club. Victoria por la mínima (1- 0) en San Mamés ante el Slavia de Praga, con gol de Nico Williams, en la tercera jornada de la UEFA Europa League. Pretendía, y lo hago, aunque de manera penosa. Tanta repetición. Tanta elogio. Como si estuviera escuchando el rosario vespertino de la basílica de Begoña.

Ese que, eslabones uno a uno contados por los dedos de mi abuela, en el piso de la casa de los sueños a veces escuchaba mientras comía el bocadillo de la merienda. Tanto de lo mismo hasta alcanzar el reino de una cacofonía que me ha llevado al sueño. Recién despertado. No sé si seré capaz.

La afición se entregaba en el partido ante el Slavia en San Mamés (Foto: Athletic Club).

Voces de tertulia. Tinta de periódicos. Me digo que, si la prensa checa que sigue al Slavia de Praga se hubiera ausentado a la hora del choque de San Mamés, eso que se habría ahorrado en billetes, monedas y, en especial, halagos, que corren a cargo de la afición que sigue al Athletic.

Con tanta pasión y subjetividad, que, diríase, todo lo que rodea al universo que habitan los leones se convierte en un conteo futbolístico que se esmera en ensalzar la figura de Milan Kundera. El guante que, por el brazo de su gobierno, en 1975 fue despreciado, lo recoge el mundo intelectual del Athletic Club.

Piropos, piropos. Y ya que el genial escritor de 'La insoportable levedad del ser' se tuvo que exiliar a Francia para preservar su personalidad, "parole", digamos, "parole, parole". Qué fácil resulta alabar al rival cuando los tres puntos en juego se han quedado en casa. Alabar, digo. Mejor si me decanto por el adjetivo "empalagoso".

El portero Julen Agirrezabala en el partido vencido ante el Slavia en San Mamés (Foto: Athletic Club).

Porque me empalagaba a mí mismo mientras escuchaba y leía. Hasta tal punto que echaba de menos la verdadera valentía que habría supuesto incitar a la directiva del Club a que impugnara el partido.

Que, de manera vertiginosa, se dirigiera a la entidad checa pidiéndole unas disculpas del todo sinceras. Y prometiéndole que, de seguido, se pondría en contacto con el Comité de Competición de la UEFA a fin de que se hiciera cargo de la suerte de un partido amañado por la fortuna.

Si, para la masa local que deja constancia de su parecer, el Slavia debería haber sido el justo ganador del encuentro, obre la 'Justicia'. Lleguen a sus manos los hechos acaecidos.

El primer gol de Nico Williams en Europa, logrado ante el Slavia de Praga en San Mamés (Foto: Athletic Club).

Estadística. Tanta posesión, puntos en el apartado de los méritos que se tendrán en cuenta a la hora de valorar la alteración del resultado. Tantos pases dados. Tanta velocidad. Tantas llegadas. Tanto merodeo entorno al área de Julen Agirrezabala.

Tantas paradas prodigiosas por parte del guardameta de un equipo que no daba pie con bola porque la pelota la tenían los de enfrente. Y por si no bastara, que resulten suficientes los ocho saques de esquina que botó el equipo checo. Si, como decían los clásicos, "el córner es medio gol", 8 entre dos, me da cuatro.

Así pues, un gol para el Athletic, cuatro, como poco, para el Slavia. Que haga justicia la UEFA antes de que sea tarde.

Gesto de Nico Williams tras marcar ante el Slavia en San Mamés (Foto: Athletic Club).

Y cuando los tres puntos cambien de casillero, que nadie se rasgue las vestiduras por aquello del escándalo. Porque la derrota que recogen germinó con tanta palabra gratuita como sembraron. La injusticia ha sido reparada. La victoria, para tierras checas. La Chequia que Kundera dejó luego de haberla amado tanto.

Se nos fue un 11 de julio de 2023. En Paris. No sé si "en una tarde con aguacero de la que ya había tenido el recuerdo". Como César Vallejo. Por allí anda también Antonio Machado, huérfano de Leonor, Soria y el Duero. Slavia de Praga. Ya tienes lo que siempre había sido tuyo.

Oscar de Marcos saluda al fantástico Provod tras el partido ganado ante el Slavia Praga en San Mamés (Foto: Athletic Club).

Larga ironía el texto que se ha marcado el cronista. Entre el "Libro de la risa y el olvido". Condensación de "La broma". "La insoportable levedad de ser" del Athletic. "La inmortalidad" con la que reposo en la cama y a mi lado.

Un Athletic maltratado. Un Slavia excelso y ensalzado en suelo ajeno. No sé por qué. No lo tenía pensado. Un día se lo leí al literato de Brno. Otro, en práctica lo puse mientras bordeaba los 'Cañones del Ebro'.

"Mear en la naturaleza es prometerle a la tierra que un día volveremos a ella por entero". Mearse de risa. Llorar. Qué sencillo es alabar cuando la cuenta recién la ha pagado el rival con su derrota. Insoportable. Pesado. Como el sueño al que me ha llevado tanto elogio repetido por parte de los que sabían que el 'Caso del Athletic vs Slavia' estaba cerrado.

• Por Kuitxi Pérez García, periodista y exfutbolista del Club Portugalete

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  1. Antzoka

    De acuerdo contigo. Tanto azúcar al txeko, me empalaga en demasía