¡Qué fácil lo pone el Athletic!, como explica el interista Giuseppe Bergomi... Porque en otras ventanillas lo de grandeza, señorío, valors y el equipo del pueblo, casa al dedillo con el 'dime de que presumes y te diré de qué careces'... En mi opinión está penosamente utilizado el término genérico de “Grandes de LaLiga”, cuando la realidad de los forofos, jugadores y representantes de los habituales vencedores, es que imponen su ego ante el resto de colaboradores necesarios de esta competición para intentar humillar a los rivales; ahí el término está mal utilizado. Si entramos a detalle esa auto reafirmación del estatus de esos mal definidos como “Grandes” tiene fugas, y cada vez es más difícil esconder el elefante en el garaje.
Un gran técnico afirmó que “se aprende más de la derrota que de la victoria”, curiosa afirmación y sabia a la vez. Estos magnificados clubes y todo su hábitat natural, acostumbrados a la celebración constante, se desvirtúan cuando les toca probar las hieles de la derrota e incluso firmando tablas, ahí se abre un espacio de aprendizaje poco practicado por ellos y sus adláteres. Ahí vemos la peor cara de nuestros héroes de barro, ahí nos surgen todas las dudas y algunas confirmaciones de si “ellos” son realmente merecedores de los Olimpos que se les brindan.
Curiosamente recordamos con frecuencia noches de los aspersores, retiradas vergonzantes en la celebración del rival, ausencias sonrojantes en premios internacionales, condicionantes videos arbitrales e incluso retiradas al sprint al túnel de vestuario perdiendo la educación tras haber prendido el “fuego” en las gradas. Acreedores del más ridículo victimismo exhibiéndolo tras la mala conducta mostrada a ojos de todos, además de justificadas por más de los que desearíamos.
Esto junto a lo más habitual de culpar al empedrado, conspiraciones paranoicas, persecuciones de los estamentos o cualquier locura del CM de turno nos juntamos con un caldo de cultivo que genera crispación y odio, algo que debería estar muy lejos del deporte. La honradez y la virtud de reconocer, asumir y aprender, ya si eso lo dejamos para los demás, para ellos es más importante creer tener razón que hacer el ridículo.
Deberíamos sumar a la ecuación los estamentos encargados de la salvaguarda de las reglas y valores deportivos, así como los notarios imparciales de la actualidad, otro agujero negro de lógica, justicia e información. Los CTA's, comités de turno, jueces de competición y fauna adyacente al mundo del fútbol que rige los designios de nuestros corazones, normalmente con decisiones malabarísticas e inverosímiles, dignas de cualquier palco de cualquier capital que nos venga a la cabeza…
Si nadie pone límites, todo es posible “ancha es Castilla” que diría el otro. Y la guinda la ponen ciertos medios de información con mercancía tóxica de la que mejor no hablamos; son “pirómanos” y no hay suficientes medios en el cuerpo de Bomberos para apagar tanto fuego, tal como la vida misma, todos mis respetos a ese noble cuerpo de salvamento con calendarios tan solicitados.
La grandeza del deportista pasa por esforzarse con sacrificio llevando su habilidad al máximo nivel y minimizando las del rival desde el respeto e intentar salir victorioso en la contienda, el resultado no debería de cambiar nuestra percepción de la deportividad, debería ser una constante, pero esto no sucede, o no todo lo que debería en estos tiempos.
¿Por qué? que diría el amigo Mou, ¿por qué solo entienden la deportividad desde la victoria? ¿Por qué hemos de aguantar comportamientos denigrantes y vejatorios de inmaduros endiosados? ¿Por qué son protegidos por estamentos y sus clubes perdiendo todo de lo que hablan himnos y presumen en sus discursos?
¿Por qué ya “NO VALE NADA” ser buen compañero de profesión y ensalzar el mérito del contrario con deportividad?
¿Por qué desnaturalizamos los valores deportivos justificando actitudes de nuestros ídolos con adoración inmerecida? ¿Por qué algunos medios son cómplices de actitudes antideportivas que fomentan la confrontación? ¿Por qué no son conscientes que los niños le toman como ejemplo? ¿Por qué? Igual es porque si no gana al menos quieren tener razón, para no mirar por qué pierden, y esto son actitudes pequeñas.
La deportividad ensalza el desarrollo del deporte de una forma honorable por encima de las victorias o resultados, parece que todos esos equipos “grandes” se olvidaron hace tiempo de ser deportivos cuando los laureles les son esquivos. Ahí radica la verdadera grandeza, en el reconocimiento al rival cuando es superior en alguna de las facetas, independientemente de la victoria. La rivalidad nunca ha de imponerse a la deportividad, y menos aniquilarla y justificarla.
Hoy vemos a ídolos de masas mandando a aficiones a segunda, aficiones mandando a equipos a segunda, deportistas haciendo gestos o provocando a las gradas, desplantes en celebraciones o directamente desapariciones a lo HOUDINI. Eso no es grandeza, no es señorío, no son valors y para nada son el equipo humilde del pueblo, hay que saber ganar pero más importante es saber perder, como dijo ese entrenador ahí es donde se aprende y estos cada vez demuestran que no aprenden.
Alguien debería parar y recapacitar, ya que este futbol de hoy día esta siendo engullido por el peor extremismo, el que se justifica a toda costa, gesto a gesto cada día enterramos más la deportividad por las emociones mal gestionadas. Y ellos nuestros pequeños nos miran y aprenden…
Aún recuerdo amargamente casi todas las finales que sufrimos los Athleticzales de los últimos años, como nuestros jugadores rindieron sus respetos a los vencedores independientemente del merecimiento, ahí estaba nuestro capitán con el alma en un puño aguantando ese mar de lágrimas que todos llevábamos en las mejillas, muchas veces sucedió, pero nunca fallaron, ahí no. Llevamos perdiendo finales 40 años esperando nuestro turno, nunca perdimos la deportividad, eso es GRANDEZA eso es ATHLETIC. El resto solo saben ganar y ahí no hay deportividad, por eso somos diferentes.
A veces la grandeza no está en los megaproyectos, a veces está en los terrenales y ahí es donde tienen que mirar nuestros katxorros, el resto son otra historia.
Goazen Athletic!
.- Por Beni Betegón, Entrenador de porteros Nacional, UEFA B, Nivel 3 TD y contertulio de Onda Vasca