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Año Nuevo, retos nuevos para un Athletic con los sueños abiertos

La plantilla de Valverde prepara la Supercopa en Yeda (Foto: Athletic Club).

En espera de cerrar oficialmente la salida de Ander Herrera a Boca Juniors tras la de Alex Padilla a Pumas de México, podemos echar un ojo ya a la primera vuelta de LaLiga cumplidas 19 jornadas. Terminaba el año 2024, el mejor del Athletic Club desde hace unos cuantos años, y éste 2025 que empieza, lo hizo con el equipo de Ernesto Valverde peleando en todos los frentes en los que se encuentra inmerso. Que son muchos.

Poco antes de escribir estas líneas, caía eliminado en la semifinal de esa bochornosa Supercopa de Arabia, cuyo contrato encima quieren prorrogar hasta 2034... Una pena porque tanto el Barça como el Real Madrid parecen humanos. En Copa, pese al susto en Las Gaunas contra la UD Logroñés, seguimos adelante con la confianza de que revalidar el título en La Cartuja será difícil. Aunque también tenemos la certeza de que el partido tonto ya lo hemos hecho ante los riojanos.

En la UEFA Europa League, descansamos hasta finales de enero. Un mes para observar en lo alto de la clasificación al Athletic, en el coliderato con la Lazio, y sabiendo que pase lo que pase en la próxima salida, el último partido de la liguilla es en San Mamés ante los checos: el escenario perfecto para revalidar el pase a octavos de final, salvando una eliminatoria.

El objetivo es llegar lo más lejos posible, sin olvidar que la final se juega en nuestro estadio, San Mamés, el 21 de mayo. Y qué mejor que a la tercera sea la vencida, tras las decepciones del 77 contra la Juventus, o la más reciente en 2012 contra el Atlético de Madrid, con Marcelo Bielsa, en Bucarest.

Unai Gómez y Agirrezabala, héroes ante el Logroñés en Copa en Las Gaunas (Foto: Athletic Club).

El calendario viene potente, el equipo de Valverde va a disputar cuatro partidos en once días: el de Copa ante Osasuna, en La Catedral, dos de Liga contra el Celta, a domicilio, y el Leganés, en San Mamés, y uno más, europeo, frente al Besiktas en Estambul

Y en LaLiga, situados en cuarta posición a dos del tercero, el FC Barcelona, y no muy lejos del liderato. Ganar este título es una utopía, el trofeo de la regularidad, pero de momento, a lo bajini, estamos cerca de poder soñar con este trofeo.

Sería un logro mayúsculo, una forma de demostrar a todos los poderes, económicos, políticos, deportivos y medios de comunicación, que el Athletic también existe, y que por algo es junto al Barça y el Real Madrid el único equipo que no ha descendido nunca a Segunda División. Pero, “la vida es sueño y los sueños sueños son”.

Una temporada que empezó de la peor de las maneras posibles, con 4 puntos en las primeras jornadas. Unai Simón era baja de larga duración por su operación de muñeca tras la Eurocopa, Julen Aguirrezabala, su sustituto, se lesionaba en pretemporada y debíamos confiar en el tercer portero.

Un portero que dejaba dudas en los partidos de preparación. Pero resulta que ha nacido una nueva estrella, Alex Padilla, que gracias a sus buenas prestaciones en Liga, ha hecho las maletas y se marcha cedido a México, para seguir con su evolución.

Julen Agirrezabala, portero ante el Logroñés en Copa en Las Gaunas (Foto: Athletic Club).

¿Qué decir de Julen Aguirrezabala?

A estas alturas ha dejado más que demostrado que es un portero de Primera, y que su única pega para no ser el titular es que Unai es internacional. Pero aquí voy a abrir un debate, aún a sabiendas que el orden establecido es lo que manda, vamos la jerarquía. Abro debate: ¿Julen no se merece ser el titular en Liga, y optar a ganar el premio Zamora al portero menos goleado?

Si Julen sigue jugando en Liga, en estos momentos sólo tiene por delante a Remiro y a Oblak, pero a poca distancia. Si sigue jugando Unai, como parece va a ocurrir, diremos adiós a uno de los trofeos individuales más reconocidos en el mundo del futbol.

¿No sería de prestigio ganar dos veces seguidas el trofeo Zamora al portero menos goleado, con dos porteros diferentes? Eso hablaría a las claras del potencial de los porteros vascos, seria recuperar esa hegemonía.

Paradón de Kike Royo a Nico Williams, en el cruce de Copa en Las Gaunas (Foto: Athletic Club).

Comienza una segunda vuelta con el equipo bien situado en todas las competiciones. En Copa salió el partido tonto, o eso quiero creer, y el equipo no dio el nivel al que nos tiene acostumbrados. Es cierto que Valverde tiró de rotaciones, para dar descanso a jugadores y también obligado por las lesiones.

Una de ellas, y la más preocupante es la de Galarreta, el autentico motor del equipo. Herrera salía de una lesión, y se le notó lento de movimientos, lo mismo que a Vesga, al que la falta de minutos le lastra. Prados y Jauregizar le han comido terreno, y aportan en estos momentos más que el vitoriano. Pero es un jugador aprovechable, al que si se le dan oportunidades, puede aportar cosas interesantes al bloque.

Gol de Oihan Sancet en el debut del curso ante el Getafe en San Mamés (Foto: LaLiga).

Sancet también es un jugador que parece que las lesiones le están castigando,  pero afortunadamente, Berenguer se ha destacado como un sustituto de garantías, aunque siendo un jugador de diferentes características.

Yeray tampoco está teniendo suerte, pero el puesto de central está bien cubierto con Vivian y Paredes, y con las escasas participaciones de Nuñez, jugador que le pasa un poco como a Vesga, pero también aprovechable en ciertos partidos. El resto del equipo se mantiene al nivel del año pasado, aunque hay ciertos elementos nuevos que han irrumpido tanto para bien como para menos bien.

En el lado positivo es de destacar la irrupción de Adama Boiro, el lateral izquierdo que tan buenos detalles está dejando, y que aporta descanso a Yuri, y se perfila como el lateral del futuro. En el otro costado,  Gorosabel ha tardado en demostrar solvencia, aunque parece que lo ha conseguido.

Pero De Marcos sigue siendo el más utilizado por Valverde. Todo esto ha influido en la escasa participación de Lekue, que es seguro se presta a su última temporada como rojiblanco. Otras buenas noticias son la participación de Nico Serrano, o la explosión de Jauregizar.

Álvaro Djaló posa con un león de mármol ante el hotel del equipo en Roma (Foto: Athletic Club).

En el lado negativo en el Athletic está el fichaje estrella de Álvaro Djaló

De momento estamos a la espera de que dé señales de vida. Ha dejado algún detalle, ha marcado un gol, pero sus aportaciones son esporádicas. El peso de la responsabilidad, o la exigencia de una liga superior a la portuguesa han hecho que hasta el momento no hayamos visto al bueno de Djaló. Tampoco Martón ha aparecido, pero en su caso es por falta de minutos. Y Nico Williams puede dar más de lo que ha dado hasta ahora, pero en su caso, su presencia se nota para bien.

Comienza de verdad el 2025, tras regresar de Arabia Saudí, con ilusión en lo futbolístico, y con muchas expectativas. Esperemos que el devenir de los acontecimientos no se desvíe de lo soñado, y que en mayo Bilbao vuelva a ser una fiesta.

¡AUPA ATHLETIC!

• Por Gaizka Azkarate, periodista y escritor 

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