Aitor Elizegi pide comprensión para la ICHH en el conflicto de animación de San Mamés: "Son nuestros jóvenes"

El conflicto interno que vive la familia del Athletic Club no amaina pese a tener un partido clave este jueves en La Catedral ante el Viktoria Pilsen en la UEFA Europa League. Aparte de la intervención del alcalde de Bilbao, la directiva de Jon Uriarte Uranga, presidente al que ayer le han hecho una pintada nocturna, considera "absolutamente inaceptables las presiones que recibieron miembros de la grada popular" del estadio de San Mamés "que intentaban liderar la animación" durante el partido de este domingo frente al CD Leganés, que acabó rematada con la amarga queja de Unai Simón e Iñaki Williams en la sala de prensa. Lo que le ha costado una buena carga de insultos al portero internacional de Murgia.

El Athletic achaca esas presiones a la parte de la grada de animación denominada 'Iñigo Cabacas Herri Harmaila (Grada Popular Iñigo Cabacas)', que hace tiempo mantiene una huelga indefinida de animación. "Quien coacciona a quien anima simplemente no tiene cabida en San Mamés, por lo que el club ha decidido prohibir la entrada al campo a las dos personas que instaron coactivamente a varios integrantes de la Herri Harmaila (grada de animación) a cesar en la animación".

Aitor Elizegi hace pública su opinión sobre el conflicto de la animación en San Mamés

No busquen lejos, esta afición son nuestros hijos, nuestros jóvenes. Cierto, alguno de ellos intenta manifestar, equivocadamente cuando no mantiene las obligadas normas de respeto y convivencia los argumentos que han escuchado desde sus primeros pasos como aficionado.

Al fin y al cabo los mensajes que reciben desde varios estamentos deportivos, algunos medios, RRSS, incluidas LaLiga o la propia Federación no son precisamente un ejemplo para un aficionado que sienta los colores del Athletic Club, tenga 16 años o peine canas.

Me gustaría apuntar, que este comportamiento, me temo numeroso el día que compiten algunos rivales en Bilbao, igual de censurable y sancionable lo puedes encontrar en cualquier localidad del campo, lo he llegado a sufrir en localidades nobles del estadio.

Enseñamos en nuestras casas el valor de cuanto significa este Club, a la vez transmitimos la dificultad de su sostenibilidad en un mundo plagado de amenazas para nuestro modelo, donde los intereses personales y mercantiles aparcan la apuesta por lo colectivo y popular.

Incluso infringiendo las normas de FairPlay, olvidando el valor de seguir adelante cuando apuestas al 100% por el Km0 deportivo. San Mamés, sus tribunas y gradas tiene que pertenecer a un campo vivo, especial, solidario, transmitir los valores que representan su filosofía.

Menos comprensible y de dudosa brillantez por parte del Club, LaLiga y el departamento correspondiente del Gobierno Vasco, máximos responsables del ordenamiento público y privado en los eventos deportivos en San Mamés cuando juega el Athletic Club, supone encargar y normalizar a unidades antidisturbios intervenir y gobernar un espacio de convivencia popular, animado, que debe promover la asociación juvenil como exige el mandato de nuestros actuales estatutos, que pertenece exclusivamente al Club y no olvidemos a sus socios.

En esta dirección podemos incurrir en graves contradicciones, por una parte el reconocimiento internacional de múltiples futbolistas y clubs rivales de nuestro saber estar, de las sensaciones y recuerdos vividos en la Catedral, acompañado del canto y aplauso a la afición de la plantilla al completo para celebrar unidos las victorias y por otra una extraña coincidencia con desalojos e identificaciones que a veces se complican sin control y pueden tener impredecibles consecuencias.

La afición y los socios quieren tolerancia 0, ni un insulto ni falta de respeto más. También queremos una grada popular en cuotas, actividades y representación, identificada, solidaria, plural, joven, nacida o formada como sus jugadores dentro de su pueblo.

Recordamos que la Asamblea extraordinaria aprobó 4.074 localidades de la TNB de pie encomendando a las Juntas directivas promover una grada de cuotas populares destinada a dar entrada y espacio a nuestro Club a las nuevas generaciones de aficionados y aficionadas.

La mayoría de los colectivos que ocupa esta grada, incluida ICHH, se han ganado el derecho a defender este espacio, han estado y estarán también en los momentos difíciles del equipo. Creen en esta grada y merecen un respeto, no lo olviden, también cumplen nuestra filosofía.

Preocupan los últimos acontecimientos, espero que entre todos recuperemos un espacio de consenso. Hay que medir distancias, ser prudentes, queda camino, todos tenemos un modelo ideal de grada popular, seguramente también de vecino de localidad.

Escucho hablar sobre este fondo Norte como de un fichaje de dudosa procedencia, como si estos 4.000 hinchas los hubiéramos captado en un saco en el mercado de invierno, a última hora, en la grada de algún rival molesto lejos de Bilbao, como si no les conociéramos.

Quede claro una ve más: la amenaza, la intimidación, el racismo, la xenofobia, … en definitiva cualquier manifestación asociada a la violencia hacia las personas o colectivos se mezclan con el deporte igual que el aceite con el agua: cero.

CERO de nuevo, debe ser el nivel de tolerancia con cualquier actuación que suponga provocar inseguridad o miedo dentro de un evento deportivo de masas, a un rival, a un deportista o a un aficionado. El miedo y el deporte nunca debieron compartir el mismo diccionario.

Los aficionados rojiblancos conocemos de primera mano estas sensaciones, durante algunos años llevar nuestra camiseta por el mundo ha supuesto algunos de los mejores momentos de nuestras vidas, lamentablemente también nos hemos encontrado con episodios o malestar no deseados.

En su mayoría el aficionado y aficionada rojiblanca conoce el terreno, siente la necesidad de ser solidario con los colectivos menos favorecidos, sea en el mundo del deporte o en las causas sociales.

Nos identificamos con quien supera adversidades económicas, físicas o sociales, con quien enfrenta y vence el miedo a perder en buena lid, apreciamos a quienes defienden su identidad y origen anteponiendo estos valores a los logros deportivos.

En su gran mayoría nuestro fondo norte, la grada popular, la actual Herri Harmaila de San Mamés, la Catedral, templo del que todos somos una pequeña piedra tallada, forma parte de una tradición de fondos míticos en el panorama futbolístico europeo, de reconocido prestigio.

Basada en fondos populares de pie británicos, desde hace décadas agrupa aficionados y aficionadas, en muchos casos socios y socias, con una pasión en común: el Athletic Club y permítanme añadir: “por el fútbol sin envasar al vacío tan en boga hoy en día”.

A los dirigentes, presidas el PSG o LaLiga, nos gusta pensar que somos los inventores del fútbol, a veces se nos olvida la importancia de cada aficionado cuando la pelota empieza a pegar en los palos y deja de oler a red, por cierto, en este deporte ocurre a menudo.

Por supuesto, son datos, repasando nuestra historia, hoy en día, recuperada esta grada supone un apoyo y sustento imprescindible para la obtención de los resultados deportivos del Club, empezando por su histórica estancia en la élite de las competiciones estatales y europeas.

Otro dato: para los amantes del marketing, muchas de las mejores imágenes que el Club utiliza para el retorno de marca, después de las de los jugadores sobre el césped, se forjan en este espacio creado para animar al equipo y no olvidemos al resto de sectores del campo.