Tres años de un credo rojiblanco

Gabi botaba un córner desde la banda derecha del ataque rojiblanco en el Camp Nou. Godín se elevaba sobre los jugadores del Barça y cabeceaba a la perfección un balón que llegaba al corazón del área. La pelota superaba a Pinto mientras el uruguayo, aquel día vestido de amarillo, corría hacia el córner izquierdo, miraba al tercer anillo del estadio y se besaba el escudo del Atlético de Madrid.

Era un 17 de mayo de 2014 y el Atlético de Madrid se proclamaba campeón de Liga, la décima en su palmarés. Cosas de la Federación, el trofeo no se entregó hasta tres meses más tarde, lo que no impidió que desde el mismo pitido final comenzara una fiesta que se prolongaría hasta un día después, en un recorrido por Madrid que comenzó en el Vicente Calderón y concluyó en la fuente de Neptuno.
Allí, en la Plaza Cánovas del Castillo, se congregaron miles y miles de aficionados atléticos que poblaban el Paseo del Prado y la Plaza de las Cortes y se dejaban ver incluso desde la Carrera de San Jerónimo. Festejaban un título histórico con camisetas rojiblancas, banderas al viento e incluso bengalas, pero además fueron testigos de unas palabras que quedaran para la posteridad.
Su emisor, como no podía ser de otra forma, fue Diego Pablo Simeone: "Sólo les voy a decir una cosa. No es solamente una Liga, muchachos. No es solamente una Liga, mujeres. Es algo mucho más importante lo que estos chicos les transmiten a todos ustedes. Que si cree y se trabaja, se puede".
Han pasado ya tres años desde aquellas palabras, pero el mensaje sigue calando igual. Algunos aventuraban que el Atlético había tocado techo aquel día, pero lo cierto es que el equipo de Simeone sigue compitiendo temporada tras temporada con los equipos más poderosos de Europa. El Cholo instauró un lema que quedará para siempre en la memoria de todo aficionado atlético.