El brasileño Filipe Luis, defensa del Atlético de Madrid, regresó este domingo a la competición con el conjunto rojiblanco un mes y 21 días después de una fractura de peroné, al borde ya de los 300 partidos con el club y ante dos retos formidables por delante: la Liga Europa y el Mundial de Rusia 2018.
El pasado 15 de marzo, en un duelo intranscendente entonces en Moscú, por el 3-0 con el que el Atlético había doblegado al Lokomotiv en la ida en el Wanda Metropolitano, sufrió esa lesión. Era el minuto 59 y 13 segundos, cuando el lateral netió la pierna izquierda entre el balón y el disparo de un adversario.
Inmediatamente después cayó al suelo, con evidentes gestos de dolor, con el indudable síntoma de que su lesión era grave. En el minuto 61 abandonó el campo en camilla, con las manos en la cabeza. En juego estaba no sólo el resto de la temporada con el Atlético, sino también el Mundial de Rusia 2018, el primero para el jugador.
A su vuelta a la capital de España fue operado en la clínica Cemtro de Madrid. "Se le ha realizado una reducción de la fractura y una síntesis con la colocación de una placa en el peroné. Todo ha ido muy bien", explicó la doctora Isabel Guillén, jefa de la Unidad de Pie y Tobillo de Clínica Cemtro, después de la intervención.
El plazo de baja era de ocho semanas, a tiempo para una hipotética, hoy por hoy ya real, final de la Liga Europa, y a tiempo para el Mundial de Rusia 2018 si el seleccionador de Brasil, Adenor Leonardo Bacchi, 'Tite', decidía convocarle para el torneo, en una carrera para su recuperación que ganó. Y a toda velocidad incluso.
Porque Filipe redujo ese periodo en una semana y dos días, con el alta médica desde el pasado 2 de mayo, cuando entró en su primera convocatoria, después de siete semanas, después de nueve encuentros de baja, para el partido de vuelta de las semifinales de la Liga Europa ante el Arsenal, en el que incluso calentó, pero no jugó.
"Está claro que Filipe lleva dos meses parado, que no está para jugar 90 minutos, pero entramos en un tramo importante, donde los futbolistas importantes como Filipe han hecho un esfuerzo tremendo para estar a disposición y estoy seguro de que si lo llamo a causa responderá, porque muchos partidos se juegan con el corazón, aparte de con la cabeza y con las piernas, y éste es uno de ellos", dijo entonces, ese mismo día de su regreso, el técnico Diego Simeone.
Este domingo, ya frente al Espanyol, volvió a la competición y como titular, el momento por el que ha trabajado tanto en estos dos últimos meses y que tanto esperaba él y su equipo desde el mismo día que se fracturó el peroné, porque Filipe ha sido una pieza esencial en toda esta era de éxitos del equipo rojiblanco, interrumpida por el año que se fue al Chelsea.
Ahí están sus números. Ha jugado 299 partidos oficiales con la camiseta rojiblanca desde su fichaje en 2010, con nueve goles, y ha conquistado cinco títulos: una Liga (2013-14), una Copa del Rey (2012-13), dos Supercopas de Europa (2010 y 2012) y una Liga Europa (2012), siempre como un titular indiscutible para Diego Simeone.