Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, remarcó este miércoles que quiere ser "un equipo más molesto todavía" en el futuro, explicó que le "emociona" verse "nuevamente en una final", en la Liga Europa, y apuntó que la temporada es "muy buena", pero que conquistar un título la "eleva a un lugar superior".
"Está claro que no haber podido contratar futbolistas en el inicio, que tengan que salir cinco futbolistas, que lleguen dos, que hayamos quedado fuera de la Liga de Campeones, que estamos compitiendo ahora en la final y por este segundo lugar (en la Liga) es una temporada muy buena desde lo laboral. El salir campeón lo eleva a un lugar superior", recalcó en el Wanda Metropolitano.
"La ilusión está en el día a día, veo muchos jóvenes que han mejorado, el crecimiento de Correa, Thomas y Lucas es tremendo, el crecimiento de Saúl, la continuidad de Koke y como repiten año tras año Gabi, Griezmann, Godín y Oblak... Está claro que uno elige los momentos que quiere, algunos negativos siempre los hay, porque tanto año de trabajo no es normal hacer todo bien. Sabemos que hubo cosas que posiblemente no estuvieron acertadas, pero siempre con transparencia, con corazón y pensando en lo mejor para el club. Cuando vine dije que quería ser un equipo molesto y lo reafirmo ahora más; quiero ser más molesto todavía", recalcó Simeone.
"Yo estoy muy bien, muy contento, entusiasmado, tengo una ilusión enorme y un orgullo de poder dirigir a estos futbolistas que están haciendo una temporada enorme. Hace seis años que venimos compitiendo y hemos mantenido el respeto, que es muy difícil mantener el respeto tanto tiempo, sobre todo en este ambiente, y lo hemos logrado mantener y sostener", enfatizó el entrenador.
"Y eso es tener suerte como entrenador, que todos los entrenadores no tenemos esta suerte y tenemos que lidiar con situaciones que no son fáciles, tenemos que tomar decisiones constantemente y soy un agradecido a los futbolistas que me han acompañado en el club", repasó el técnico en rueda de prensa.
A la vista, ya la final de la Liga Europa del próximo 16 de mayo en Lyon contra el Marsella. "Tengo una sensación de alegría. Yo estoy muy contento. Tengo ilusión y entusiasmo. Me emociona imaginarnos en la final nuevamente. Después está todo el trabajo que estamos haciendo con los futbolistas para llegar bien al partido del sábado (con el Getafe) y consecuentemente continuar a la final".
"Ha sido una temporada no fácil. De la salida de la Champions, el equipo se reinventó y tomó con responsabilidad y mucha decisión la Liga Europa, compitió hasta hoy muy bien y, obviamente, con la responsabilidad enseguida de que todos imaginaban la posibilidad de que el Atlético de Madrid pueda estar otra vez en esta final. Ahora las palabras cuentan poco, cuentan los hechos. Es un rival que está bien, que juega muy bien y que tiene un entrenador que trabaja muy bien los equipos. Será una final seguramente muy disputada", agregó.
Simeone ve "muy bien" a su técnico, Rudi García: "Ha competido muy bien en todos los equipos que ha estado, ha generado un fútbol muy concreto y la vuelta del Marsella a competiciones importantes como la final es algo saludable. Siempre fue un equipo importante en décadas anteriores, cuando estaba en la final de la Champions, compitiendo bien en Europa y con una afición extraordinaria".
"Veo una final muy buena, con la gente del Atleti pasional, la del Marsella acompañará, se vivirá una emoción enorme en ambas aficiones y un fútbol en el campo hasta similar, porque son bastante directos, trabajan bien la pelota parada, son compactos... Y nosotros somos más o menos similares a estas características".
Es la octava final como entrenador del Atlético para Simeone. "El tener la oportunidad de jugar finales te da la experiencia de situaciones vividas. Obviamente siempre con cosas positivas y negativas, pero lo más importante es que estuviste y sabes lo que hay. Hay que buscar un encuentro donde las mismas palabras lo dicen; la final, no hay más, termina ahí", explicó.
A él, en referencia a otras finales pasadas, le "cambia más no estar en el banquillo" que cómo vive las horas o los días previos a ese choque tan definitivo. "Está claro que no es fácil, es triste y feo (no poder dirigir a su equipo en la final por sanción), pero, bueno, las cosas están como están", aseguró.