Dos goles de cabeza de Álvaro Morata en la primera mitad dieron la victoria en Anoeta al Atlético de Madrid, que no vio peligrar el triunfo siquiera cuando se quedó con diez por la expulsión de Koke, con media hora por delante.
La Real Sociedad tuvo más y mejor el balón al comienzo del encuentro, pero el Atlético estaba al acecho para golpear primero.
Un disparo de Mikel Oyarzabal atajado sin complicaciones por Oblak fue el único peligro que llevaron realistas a la portería rival en todo el primer tiempo, en un partido que se eternizaba en posesiones prolongadas sobre todo locales.
Se calentó al cuarto de hora el equipo de Cholo Simeone y dispuso de dos ocasiones de gol, la primera en una falta de entendimiento entre Llorente y el meta argentino Gerónimo Rulli que estuvo a punto de aprovechar Morata antes se que reaccionara el defensa blanquiazul con la portería vacía.
Instantes después, otra vez Morata tuvo el gol en sus botas en un centro intencionado de Koke, al que llegó al delantero madrileño para toparse con una gran intervención de Gero Rulli.
La Real sufría, los rojiblancos se venían arriba y todavía empeorarían las cosas para el equipo vasco cuando se quedó sin su goleador Willian Jose, que se retiró lesionado para alivio de un conjunto colchonero que ha sufrido en tres de los últimos cinco partidos ante la Real los goles del brasileño.
El Atlético se hizo a partir de ahí amo y señor del encuentro y encontró recompensa poco después de la marcha de Willian, tras un saque de esquina en el que Morata se movió bien dentro del área para escaparse de Navas y rematar a gol de cabeza una prolongación, también de cabeza de Diego Godín.
El exjugador del Chelsea volvió a tener, tres minutos después todo, a su favor en otra jugada a balón parado, en este caso una falta, en la que se adelantó a la dormida zaga blanquiazul para resolver otra vez de cabeza y superar a Rulli.
El Atlético pareció dar el partido por ganado, dada la diferencia y los problemas que tenía la Real sin Willian y con Januzaj e Illarramendi también lesionados, el equipo de Alguacil se mostró más atrevido y rozó el gol en un cabezazo de Sandro en el minuto 56.
La expulsión de Koke en el minuto 61 abrió un nuevo partido, los guipuzcoanos tenían todavía tiempo para tratar de remontar. Anoeta se animó y también el futbol txuri urdin aunque sin rédito alguno, dada la solvencia defensiva madrileña.
Mikel Merino tuvo la mejor ocasión en pleno asedio realista a la portería de Oblak que vivió un final de partido intenso pero sin un peligro real para que el partido se le pudiera escapar a su equipo.