Miguel Ángel Moreno
Madrid, 7 may .- El defensor uruguayo Diego Godín anunció este martes su salida del Atlético, un secreto a voces en el entorno rojiblanco, expresada en una comparecencia emotiva, rodeada de compañeros y familia, marcada por la elegancia de un jugador que admitió que hubiera deseado continuar en el club.
El día de mayores nervios de la carrera de Godín en sus 387 partidos con el Atlético no se produjo antes de pisar el césped para disputar una final, sino al enfrentarse al momento de comunicar abiertamente el fin de su etapa como rojiblanco.
"Estoy un poquito nervioso, más que antes de cualquier partido... Qué complicado es esto", manifestó al subir al estrado de la sala de prensa del Wanda Metropolitano y coger el micrófono.
Ataviado con camisa blanca, pantalones y americana oscuros, hecho un manojo de nervios, las emociones se acrecentaron al ver en el patio de butacas a sus padres, llegados de Uruguay para presenciar el momento. "Me dieron la sorpresa", admitió Godín, emocionado antes de comunicar su futuro.
"Como se imaginarán, los he citado a todos porque son mis últimos días, mis últimos dos partidos con el Atlético de Madrid. Quería comunicárselo yo, que lo supieran de mi boca, en primera persona, por el cariño que les tengo a todos a este club", expresó.
Un paso por el Atlético de nueve temporadas, con ocho títulos que le convierten en el segundo jugador más laureado de la historia del club tras los diez de Adelardo Rodríguez, también presente, y 387 partidos -serán 389 a final de temporada-, con los que es el extranjero con más encuentros en la historia del Atlético y el décimo futbolista con más partidos en 116 años del club.
"Para mí esto no es solamente un club, es una familia, una forma de vivir. Ha sido mi casa, y es difícil despedirse de la casa de uno. Aquí estoy para agradecer y para recordar todos estos años bonitos que hemos vivido", añadió Godín, que no rehuyó las preguntas sobre por qué no se alcanzó un acuerdo para su continuidad.
"Soy el capitán de este equipo, llevo muchísimos años. Hemos tenido mil conversaciones, reuniones con el club, está claro que al final no hemos llegado a un acuerdo, y ya está. Para mí se acaba una etapa, el ciclo más bonito de mi carrera deportiva y de mi vida, y nada más", manifestó a los periodistas.
Admitió que en anteriores ocasiones recibió ofertas para marcharse del Atlético, la última el pasado verano -"Decidí quedarme, y no me arrepiento", dijo-, y dejó entrever que la propuesta del club para continuar no le convenció.
"Para mí lo primero siempre ha sido el club, mis compañeros. Nos hemos reunido un montón de veces, sería hipócrita decir que no. Me he reunido, he intentado seguir en este club, pero no se ha llegado a un acuerdo", añadió.
Godín se definió como "un hincha" del Atlético en adelante y reiteró que le habría gustado seguir, sin perder la elegancia. "Si le preguntaras a un hincha si le gustaría jugar toda la vida aquí, diría que por supuesto que sí, me encantaría jugar hasta los 40 años, pero es imposible. Hoy me despido de una etapa espectacular", zanjó.
"Muchísima gente me dijo que me quedara, hasta mi familia", añadió el zaguero uruguayo, que no fue preguntado por su destino, quizás por darse por hecho de antemano que será el Inter de Milán italiano.
En la sala de prensa del Wanda Metropolitano no solo Godín fue vencido por las emociones. También al presidente del Atlético, Enrique Cerezo, se le quebró la voz al acabar su discurso -en el que le dijo que el uruguayo es "un ejemplo de coraje y corazón", divisa del Atlético- y el entrenador argentino Diego Pablo Simeone tenía los ojos brillantes.
Si bien el más afectado a todas luces fue el delantero francés Antoine Griezmann, con los ojos llenos de lágrimas y cariacontecido cuando posaba en la foto de familia tras la despedida. El delantero galo pierde a su principal amigo en el vestuario y al padrino de su hija.
Elegante hasta el final, tras los saludos con compañeros, técnicos, directivos y leyendas del club, Godín tuvo un gesto poco habitual, subiendo a la zona en la que se ubicaba la prensa para saludar a los informadores. "Aún nos quedan dos partidos", bromeó con ellos.
Y paralelamente, en el espacio de las redes sociales, había dejado un vídeo destinado a los aficionados en el que se le ve despidiéndose de hinchas rojiblancos de diferentes edades, comentando con ellos sus impresiones y dando su adiós al viejo Vicente Calderón, actualmente en trámites de demolición.
De las emociones, al trabajo. Tres horas después Godín y el resto de sus compañeros se entrenaban en uno de los campos de la ciudad deportiva rojiblanca en Majadahonda, al norte de Madrid.
Allí compartió equipo de 'fut-voley' con Griezmann, Koke Resurrección y Juanfran Torres, en un inicio de sesión con buen humor, aunque no acabó el entrenamiento junto a sus compañeros por precaución, ya que se quedó estirando.
Por nada del mundo querría perderse Godín el partido del domingo en el Wanda Metropolitano contra el Sevilla (18.30 horas), en el que la afición rojiblanca podrá rendir homenaje a su leyenda uruguaya, que este martes puso en marcha la cuenta atrás para su adiós al club del que en adelante será "un hincha más".