En la madrugada del viernes al sábado, el Atlético de Madrid sometió al Real Madrid y logró una goleada histórica endosándole, en el tercer amistoso de pretemporada para ambos, hasta siete goles.
El conjunto rojiblanco fue muy superior a su rival ciudadano y avergonzó a los aficionados madridistas que mostraron a través de las redes sociales su enfado por la actitud de los futbolistas que estuvieron sobre el césped del MetLife Stadium de Nueva Jersey.
Este abultado resultado se ha dado a la vez que ambos equipos negocian el traspaso de James Rodríguez, propiedad del Real Madrid, al Atlético de Madrid.
El propio Miguel Ángel Gil Marín confirmó el pasado jueves que Simeone quiere contar con el centrocampista colombiano, pero que el traspaso dependía de un Florentino Pérez que podría ver ahora tras esta humillante derrota reforzada su opinión de que no es una buena decisión dejar marchar al internacional cafetero a uno de los clubes con los que, previsiblemente disputará todos los campeonatos la próxima campaña.
Para colmo de males en lo que al fichaje de James Rodríguez respecta, el Real Madrid podría estar meditando quedarse con el futbolista colombiano tras la grave lesión sufrida por Marco Asensio.
A todo ello hay que añadir el interés público mostrado por el Nápoles en el fichaje del futbolista. Tanto Carlo Ancelotti como Aurelio De Laurentiis, presidente de los italianos, han admitido que el jugador es uno de los objetivos del club partenopeo pero que las pretensiones económicas del Real Madrid son muy elevadas.
Mientras, el futbolista continúa apurando sus vacaciones tras participar con su selección en la última Copa América, y se prepara para reincorporarse al trabajo con el resto de la plantilla dirigida por Zidane el próximo lunes. El equipo ya se encuentra en la capital de España tras caer derrotado en la gira americana ante el Bayern de Múnich y el Atlético de Madrid y empatar ante el Arsenal derrotando a los 'gunners' en la tanda de penaltis.