Los que decían que Joao Félix era demasiado caro han tardado una jornada en no hablar en exceso. El portugués dejó una jugada de otro mundo en el duelo del Atlético de Madridante el Getafe CF, de esas que pocos jugadores pueden hacer. Joao recibió en el centro del campo, tiró un caño al primer rival, recibió dos faltas pero consiguió avanzar hacia el área contraria. Allí recibió la entrada de Bruno, que le derribó un provocó un penalti. Luego, David Soria se lo paró a Álvaro Morata.