El Atlético de Madrid se quedó a cero ante el Celta de Vigo. Estuvo atascado en ataque, pero sin duda el cuadro celeste tuvo un héroe con nombres y apellidos: Rubén Blanco.
El portero del Celta desbarató varias ocasiones del equipo colchonero. A los 2 minutos de encuentro sacó una mano de mucho mérito a un cabezazo a bocajarro de Felipe y posteriormente, también le hizo una gran parada a Renan Lodi, que lo intentó desde lejos.
Pero hubo más. Rubén Blanco evitó el segundo gol curso de Joao Félix sacando la mano a abajo tras un remate del portugués dentro del área. Y para culminar su gran actuación, le hizo en el segundo tiempo otro paradón a Koke tras un disparo lejano.