Lo bueno es que Koke ha vuelto; lo malo, todo lo demás

Apenas se superaba el minuto 5 de partido cuando Koke Resurrección, que reaparecía tras su lesión, asistía con comodidad a Ángel Correa para poner el 1-0 ante el marcador. El Atlético de Madrid mordía, presionaba arriba, movía la pelota de forma rápida y con verticalidad y buscaba al argentino, a quien le tocó hacer de '9'. Parecía todo tan bonito que acabó transformándose en lodo.

El partido se trabó. Falta aquí, falta allá, tres tarjetas seguidas. Y el Granada fue el gran beneficiado, cortando el inicio frenético de un Atlético de Madrid que parecía encontrar sus mejores sensaciones. Se quedaron en eso, en un 'parecía'. Porque los primeros 20, 25, casi 30 minutos de partido fueron muy positivos para la parroquia de Diego Pablo Simeone, pero el equipo de acabó perdiendo y acabó siendo nada.

Koke vuelve y el Atlético gana, pero no mejora

El partido se acabó diluyendo en el tramo final del primer tiempo. Peor fue para los intereses rojiblancos lo de la segunda mitad. Si bien es cierto que el Granada apenas tuvo una ocasión de gol -ay, cuántos puntos gana Oblak-, el Atlético de Madrid fue incapaz de controlar la segunda parte en ningún momento. Le faltaba un '9' que bajara balones, que le permitiera tener la pelota en el campo contrario, que le permitiera combinar cerca del área rival.

El partido de Thomas, que debía dominar el medio, fue horrible. Algo mejor estuvo Marcos Llorente, que en cualquier caso está para otras cosas. Saúl sigue sin aparecer y acabó jugando de lateral, pues Renan Lodi no transmite confianza en defensa. Vitolo no aportó absolutamente nada en ataque. Yannick Carrasco, que sacó petróleo siendo una isla en ataque, también tuvo minutos positivos, mientras que Lemar entró con el partido casi acabado y entre pitos, no fuera liarla otra vez.

Koke Resurrección, el día de su regreso, fue de lejos el mejor de la medular. Orden, pausa, pases precisos, charlas con sus compañeros y mensajes al público. Por mucho que le critique, el vallecano es una pieza fundamental en este Atlético de Madrid de Simeone, que necesita mejorar en todas, todas, todas sus líneas excepto la portería, donde es imposible mejorar. Y lo necesita ya: ahora va a Mestalla y luego, el Liverpool.