Poco o nada queda de aquel 'Air Force Atleti'. El equipo que más alto volaba con menos recursos. El de la fiabilidad defensiva, la fortaleza aérea, la jerarquía. También el que dictaba sentencia en el aire, en la estrategia, en la pizarra. Una esencia que ha perdido el Atlético de Madrid, que apenas existe en este nuevo equipo de Simeone.
Y no lo dice el que escribe, lo hacen los datos. Abrumador es leer que nadie ha encajado más goles en jugadas de estrategia que el Atlético de Madrid en lo que va de LaLiga Santander. Con 8 tantos, es el equipo que más goles ha recibido de pizarra junto a Villarreal y Levante.
Así llegó el primero valencianista. Primero Maxi Gómez tuvo tiempo para controlarla, levantar la cabeza y colgar el balón. Luego para que Gabriel Paulista rematase en el corazón del área. En el segundo fue Kondogbia el que firmó el empate al rematar libre de marca. Una serie de carencias defensivas que hacía tiempo que no se veían en el Atlético de Simeone y que tanto están condenando al equipo este curso.
"Hay que seguir trabajando para encajar menos. Trabajar el balón parado es difícil, pero intentaremos seguir mejorando. Es cuestión de agresividad e intensidad individual", dijo Simeone hace unas semanas. Lo que abanderó al Atlético y se convirtió en su mayor virtud, ha pasado a ser su talón de Aquiles. El amargor de probar tu propia medicina.