Y de repente, todo buenas noticias: Koke, Correa, Trippier, Joao Félix... y Simeone

Escribió Joaquín Sabina, quien por cierto ya ha salido del hospital, aquella estrofa del himno del centenario que decía 'qué manera de subir y bajar de las nubes'. Anda ahora el Atlético de Madrid encima de una de ellas, dejando atrás todo lo negativo que rodeaba al club hace apenas seis días y transformándolo todo en buenas noticias.

Buenas noticias en cuanto a resultados, en cuanto a rendimiento individual, en cuanto a la enfermería -con la excepción de Lemar-. Buenas noticias en cuanto a goles, con tres ante el Villarreal; en cuanto ambiente, pues esta vez no hubo tensión en el Metropolitano; en cuanto a la figura de Diego Pablo Simeone, que en la grada se cree que sus jugadores le escuchan como desde el banquillo.

De repente, todo bien. Y en el Atlético de Madrid, tan felices. El triunfo ante el Liverpool, más allá de lo que pueda pasar en la vuelta, es sin duda uno de esos puntos de inflexión en la temporada. Ya venía el cuadro rojiblanco de competir bien en el siempre difícil Mestalla, pero aquel gol de Saúl y aquel ambiente envidiable de Champions del Metropolitano lo ha cambiado todo.

El Atlético de Madrid vuelve a sonreír

El regreso de Koke, otra vez el timón del equipo, también ha sido clave. La recuperación de efectivos, por supuesto, también. Esta vez los protagonistas fueron Trippier y Joao Félix, que tuvieron media hora ante el Villarreal. El inglés participó en la jugada del 2-1 y el portugués anotó el 3-1. Le faltó a Joao no querer ser más protagonista que el equipo, que siempre es lo primero.

Quien no ha fallado en todo este tiempo es Ángel Correa, tirando del carro en la faceta ofensiva del equipo. Fue el más listo para empatar antes del descanso y asistió a Koke en el segundo. Lo querían vender y ahora resulta ser el más regular, el más determinante en el juego ofensivo del equipo.

Un equipo que, sin duda, ha cambiado por completo su cara desde aquella rotonda. De Plaza de Grecia al Metropolitano pasando por Arcentales, el Atlético de Madrid ha transformado aquello que parecía un infierno en buenas caras. En alegrías, en goles, en una comunión perfecta con su equipo. Y en triunfos, que es la base de todo en esto del fútbol. Y más allá del Liverpool, el logrado ante el Villarreal es determinatne y les permite asaltar de nuevo la tercera plaza.