En cada hazaña en el último lustro del Atlético de Madrid, en cada gran triunfo, pero también en las victorias más indispensables y menos sonoras, casi siempre hay paradas decisivas del esloveno Jan Oblak, un portero transformado en una especie de 'súper héroe' para el conjunto rojiblanco, como en Anfield, protagonista de once intervenciones por las que sobrevive su equipo en la 'Champions'; un récord del guardameta en la competición, que nunca antes había necesitado tal número de intervenciones para sostener a su equipo dentro del máximo torneo europeo.
Cuando más difícil parece, aún es capaz de superarse a sí mismo. "Tenemos un arquero que es el mejor del mundo. Al Barcelona le pasa lo mismo con Messi, que le resuelve partidos", expresó su técnico, el argentino Diego Simeone, a Movistar al término de una noche ya imborrable, para la historia, del Atlético...
Y de Oblak. No hay explicación más rotunda quizá que su fabuloso guardameta para comprender el regreso del Atlético de Madrid a los cuartos de final de la Liga de Campeones después de tres años. No llegó hasta ahí hace un curso, en los octavos contra el Juventus, ni hace dos, en la fase de grupos, cuando el equipo rojiblanco naufragó, sobre todo, con dos empates contra el Qarabag de Azerbaiyán. Luego conquistó la Liga Europa.
En la cima del mundo bajo los palos, no alcanzó a todo, pero casi, en Anfield. Sólo le batieron Georgino Wijnaldum, con un testarazo al borde del descanso, y Roberto Firmino, ya en el comienzo de la prórroga, con un doble remate, el primero al poste y el segundo a gol. El resto fue una exhibición: once paradas de todos los colores. A Andy Robertson, a Trent Alexander Arnold, a Sadio Mané, a Mohamed Salah... A un Liverpool que asedió en el segundo tiempo.
A una sola parada del récord en esta edición del torneo, logrado por el Galatasaray (12), multiplicó por cinco la media de intervenciones suyas en un partido en este curso en la máxima competición continental (2,43 antes del recital de este miércoles) y rememoró tantos y tantos encuentros precedentes con el conjunto rojiblanco, con el que suma ya 245 encuentros oficiales, con 168 goles en contra y 133 partidos imbatido. En concreto en la Champions, son 53 duelos, con 41 tantos en contra. 27 de esos duelos, más de la mitad, los cerró a 'cero'.
Jamás antes, en ninguno de sus 52 partidos precedentes en la portería del Atlético en la Liga de Campeones, Oblak hizo tantas paradas como este miércoles ni su equipo fue sometido a tantos intentos ofensivos de un adversario con él en el marco: 35, doce de ellos a portería, dos contra los palos y los once que frustró el guardameta esloveno.
Las estadísticas oficiales de la UEFA confirman y realzan la actuación del portero y delatan el sufrimiento que padeció el equipo rojiblanco, especialmente en el segundo tiempo, ya con 1-0 en contra en el marcador, para sostenerse ante el actual campeón de Europa y seguir vivo para lanzar la rebelión que después inició Marcos Llorente con dos goles y la asistencia del tercero a Álvaro Morata.
Incluso, por encima de otros partidos que parecían insuperables en ese sentido, como, por ejemplo, el choque de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones contra el Bayern Múnich en 2015-16. El Atlético perdió por 2-1, pero avanzó de ronda por el 1-0 en el Vicente Calderón y por el portero en Múnich, cuya exhibición fue incontestable, con un penalti parado incluido, entre las diez intervenciones que acumuló en los 34 intentos que propuso el bloque alemán.
Son quizá los dos momentos más sobresalientes en la Liga de Campeones del guardameta. También los dos partidos que más asedio sintió y que más tiros solventó, seguidos por el duelo de la fase de grupos contra el Chelsea en Stamford Bridge en 2017-18, cuando salvó ocho tiros (1-1), o los cuartos de final de la campaña 2014-15 en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid, cuando repelió siete (1-0). Nada comparable a Anfield.