Tres años del último partido del Atlético de Madrid en el Vicente Calderón: el tifo, Fernando Torres...

21 de mayo de 2017. Miles de aficionados, como cada domingo durante 50 años, acuden a orillas del Manzanares. El metro o el Cercanías en Pirámides, Marqués de Vadillo, bajar por el Paseo de los Melancólicos o por Pontones. Las vistas desde Madrid Río en los últimos años, la panorámica desde el puente de Toledo. Aquel 21 de mayo de 2017, el Atlético de Madrid jugó el último partido de su historia en el Estadio Vicente Calderón.

Fue un día especial, por supuesto. Una tarde de sol que ayudó a que la grada se tiñera de color rojiblanco. Un tifo para la historia: 'Paseo de los Melancólicos, Manzanares, cuánto te quiero', recordando la letra del himno del centenario. 1966 en el fondo norte, 2017 en el fondo sur. Los últimos letreros desde la grada baja, los últimos gritos de Diego Pablo Simeone desde la banda, los últimos goles reflejados en los dos marcadores situados en las esquinas de Preferencia.

Fernando Torres, quién si no, se erigió como protagonista aquel día. Griezmann le regaló el primero y Koke el segundo, aunque el último gol del Atlético de Madrid en la historia del Vicente Calderón lo acabó marcando Ángel Correa. Ganó el equipo colchonero al Athletic Club, precisamente el club en el que nació su nacimiento allá por 1903.

Hubo fiesta final, por supuesto. El césped se tiñó de rojo y blanco, volaron papelillos del mismo color y el club invitó a varios emblemas a aquella despedida. Retumbaron por última vez los cánticos a orillas del Manzanares en un adiós que se alargó una hora más. Luego nadie quería salir. Ni siquiera la música melancólica de la megafonía empujaba a los más resignados a abandonar aquellos asientos, aquellas gradas de cementos que ahora ya son historia.

¿Cómo está ahora el Vicente Calderón?

No quedan gradas, como decíamos. El proceso de demolición está siendo lento, eso sí, pues el Estadio Vicente Calderón no empezó a derrumbarse hasta casi un dos años más tarde. El Atlético de Madrid se mudó al Metropolitano en septiembre de 2017, pero no trasladó sus oficinas hasta el mes de enero de 2018. Durante ese tiempo se quitaron asientos y dejó vacío el recinto, que estuvo un año más parado.

El derribo no comenzó hasta el mes de febrero de 2019, hace poco más de un año. Comenzó por el interior de Lateral, rumbo al fondo sur y luego al fondo norte. Todo eso es ya historia: durante varios meses sólo quedó en pie la grada principal de Preferencia, mientras la M-30 se ha trasladado a lo que por entonces era el centro del campo.

En la actualidad, sólo sigue en pie la fachada principal de Preferencia. La cristalera azul aún se vislumbra desde el otro lado del río Manzanares, pero ya ha sido desmontada la cubierta y tampoco queda grada como tal. Sólo queda derribar esa última fachada para poner fin a un estadio repleto de historia, sentimientos y mucho fútbol que quedará para siempre en la memoria de los aficionados del Atlético de Madrid.