Nunca antes había rebajado el Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone su porcentaje de victorias en una temporada por debajo del 55 por ciento, caído hasta el 48 en este curso recién finalizado, el peor de toda la era del técnico argentino, concluido con la frustración de la irrebatible eliminación de la Liga de Campeones y por debajo de las expectativas en casi todas las competiciones.
Ni en la Liga, aunque haya cumplido el objetivo del pase a la Champions, porque no compitió por el título desde muy pronto; ni en la Copa del Rey, eliminado por la Cultural Leonesa; ni en la 'Champions', aunque haya alcanzado los cuartos de final. Quizá sólo en la Supercopa de España, el equipo ha estado a la altura de lo que se le presupone.
O de lo que se le exige a un conjunto de tal calibre, que es lo que es en la actualidad por Diego Simeone, sin duda, el hombre que restableció la jerarquía, la condición y la historia de un equipo que había caminado a la deriva, entre la irregularidad, desde su descenso a Segunda División, pero que necesita más de lo que ha demostrado este curso o el anterior para colmar las aspiraciones con una plantilla que también ha crecido en potencia y en variedad.
"Ha sido una temporada compleja, con la posición de tercer puesto que nos permite estar en Champions, mejorar lo que se hizo el año pasado que fue quedar afuera en octavos y esta vez en cuartos e intentar mejorar la temporada que viene", sostuvo el técnico en la rueda de prensa telemática posterior a la dolorosa derrota con el Leipzig.
Pero el año de "transición" del que habló el técnico, por aquello de reemplazar nombres determinantes en el pasado como Antoine Griezmann, Diego Godín, Filipe Luis o Juanfran Torres por otros más jóvenes, con especial énfasis en Joao Félix o Renan Lodi, por ejemplo, ha terminado con las peores cifras bajo su dirección.
Los números son los que son, por muchos matices que haya en el cómo o en el porqué, en los cambios en la plantilla, en la inusual cantidad de empates, en la atípica campaña o en momentos sin fortuna como el rebote que supuso el 2-1 para el Leipzig, aunque no hay ninguna duda en nadie del equipo madrileño en que su adversario fue mejor este jueves.
De sus 50 partidos de este curso, el Atlético ha vencido 24 -un 48 por ciento-. Es el menos ganador de toda la era Simeone; siete puntos por debajo de los peores registros hasta ahora del técnico, el 55 por ciento de la campaña 2014-15, con 31 triunfos en 56 duelos. Entonces también fue tercero en la Liga y también cayó en cuartos de final de la Liga de Campeones, pero ganó la Supercopa.
El resto están por encima. En 2017-18 y 2018-19, con un 57 y 58 por ciento, respectivamente (34 de 59 y 30 de 51). Es decir, el último lustro contiene los cuatro cursos menos ganadores de toda esta era, con la única excepción del ejercicio 2015-16, cuando sí rebasó las expectativas, se impuso en un 64 por ciento de sus partidos (37 de 57), compitió la Liga y alcanzó la final de la Champions. Fue subcampeón de Europa. Entonces, Simeone habló de "fracaso" por haber perdido su segunda final de la Liga de Campeones.
La temporada más ganadora, la imponente 2013-14, cuando fue campeón de la Liga y segundo en la 'Champions', dispara las cifras de triunfos hasta el 68 por ciento; 20 puntos por encima del curso recién terminado. Una barbaridad. Como también lo son la cantidad de empates que ha cedido el Atlético en la actual campaña: 18.
Es un 36 por ciento de sus partidos entre todas las competiciones, el motivo por el que el Atlético no ha competido como debe, o hasta donde debe, por la Liga, de la que se alejó demasiado rápido, y una cifra desconocida en todos los años precedentes del técnico argentino, que como mucho había igualado un 27 por ciento de sus choques (16 de 59) en 2017-18, cuando se proclamó campeón de la Liga Europa.
Porque las derrotas están en la horquilla asumible de cada temporada desde que el preparador argentino dirige el Atlético de Madrid. Sus ocho partidos perdidos en 50 duelos -un 16 por ciento- ni son los mejores datos (11 por ciento en 2013-14, con 7 de 61) ni son los peores (19 por ciento en 2012-13 y 2014-15, con 11 de 56 en ambos casos).
El porqué de tal desequilibrio está en buena parte en el indiscutible problema de gol que atravesó el equipo todo el año, especialmente en el primer tramo, pero también en otros aspectos más interpretativos, como la falta de ambición en determinados encuentros como visitante, sobre todo al principio; ciertos descuidos defensivos, algunos a balón parado; y mucha irregularidad.
Los números también representan esta campaña al Atlético de Madrid menos goleador de toda la era Simeone. Ha marcado 68 tantos en 50 duelos, un promedio de 1,36 por partido. El más bajo hasta ahora era el 1,56 de 2015-16, cuando luchó por la Liga hasta la penúltima cita y llegó al último choque de la Liga de Campeones, pero entonces su defensa era inabordable, con nada más 0,54 goles en contra por choque.
En cambio, en ese sentido, su actual temporada está más o menos dentro de los números más habituales en su propia portería, aunque entre los peores. Sus 40 dianas en contra en 50 compromisos, un 0,8 por duelo, sólo las empeora el 0,86 del curso pasado, pero varios están cercanos (0,76 en 2012-13 y 2014-15, y 0,79 en 2016-17). Y otros lejanos: 2013-14 (0,73); 2015-16 (0,54) y 2017-18, con 0,61.
"Una temporada complicada. Aun así, la hemos sacado adelante. Hemos sido terceros, hemos llegado a cuartos de final de Champions, que es difícil decirlo así, y hemos jugado la final de la Supercopa de España. Todo va a continuar. A levantarse como siempre lo hemos hecho, resetear y volver la temporada que viene con mayor ilusión", valora Koke Resurrección, el capitán del conjunto rojiblanco.
Cierto es que por octava campaña consecutiva estará en 'Champions', con la estabilidad económica y deportiva que eso supone para la entidad, que nunca había conseguido tanta constancia y que, de hecho, no estaba entre los tres primeros desde que conquistó el 'doblete' de 1995-96 hasta que llegó Simeone.
Tanto como lo es que esta vez ha conseguido la tercera posición con más apuros que nunca o que lo ha hecho con la peor puntuación de estas ocho temporadas.
La alcanzó con 70 puntos. Nunca sumó tan pocos al cierre del torneo liguero. Ni en 2012-13, con 76; ni en 2013-14, con 90; ni en 2014-15, con 78; ni en 2015-16, con 88; ni en 2016-17, con 78; ni en 2017-18, con 79; ni en 2018-19, con 76.
Ni tampoco con una cifra tan baja de victorias: 18 en 38 jornadas. Jamás había bajado de los 22 triunfos con Simeone en las 38 citas completas del campeonato. Ni en 2012-13, con 23; ni en 2013-14, con 28; ni en 2014-15, con 23; ni en 2015-16, con 28; ni en 2016-17, con 23; ni en 2017-18, con 23; ni en 2018-19, con 22.
Ha sido tercero, dentro de la meta marcada, pero se esperaba más. "Nuestro objetivo está cumplido, porque hemos entrado en Champions, pero al inicio de la temporada buscábamos algo más, aunque al final no fue posible. Antes del confinamiento estuvimos sextos y al final de la temporada fuimos terceros. Un objetivo cumplido, pero seguro que no es lo que hemos buscado y queríamos", expresó, por ejemplo, Jan Oblak, segundo capitán, el pasado 7 agosto en la web del club.
Tampoco había sido eliminado nunca el Atlético de Madrid e Simeone tan pronto en la Copa del Rey como esta campaña: en dieciseisavos de final, cuando cayó en la prórroga frente a un Segunda División B, la Cultural Leonesa, por 2-1 y a partido único. Como mucho, su adiós más temprano había sido en octavos; la pasada temporada contra el Girona con sendos empates (1-1 fuera y 3-3 en casa), aunque también con el matiz de que hasta ahora había jugado siempre a doble choque.
En la Supercopa de España en Arabia Saudí, en cambio, sí compitió hasta el final. Ganador 2-3 contra el Barcelona en las semifinales, cuando remontó en los últimos minutos, en la final frente al Real Madrid tuvo el título muy cerca, hasta la tanda de penaltis, cuando el conjunto rojiblanco fue derrotado desde los once metros.
Y en la Liga de Campeones, de nuevo, por tercer año consecutivo no ha llegado más allá de cuartos de final. Cierto es que mejoró la temporada pasada (octavos de final) y la anterior (fase de grupos, luego fue campeón de la Liga Europa), pero ninguna de las anteriores cuatro. Ni 2013-14 ni 2015-16 (en ambas finalista) ni 2016-17 (semifinalista) ni 2014-15, cuando también fue eliminado en cuartos.
Además, con la expectativa que tenía este año, la derrota contra el Leipzig ha disparado la sensación de decepción. "Una noche difícil para nosotros y para todos los atléticos. Teníamos muchas ilusiones puestas en esta Champions por todo lo que veníamos haciendo, por haber eliminado al campeón, las expectativas eran muy altas, pero no ha podido ser. No hemos estado a la altura de nuestro juego. Ellos han sido mejores del primer tiempo hasta que han hecho el gol, luego nos hemos rehecho con el gol de Joao, que el equipo estaba bien, y cuando mejor se encontraba el equipo ha venido el segundo gol que nos ha matado y nos ha hecho polvo", explica Koke.
"El dolor es porque después de haber hecho una temporada con tantas presiones, con tantas necesidades, con tanta búsqueda de insertar a mucha gente nueva, llegábamos a este partido con muchísima ilusión y con mucho respeto al rival", explicó Simeone.
Al fondo ya aparece la siguiente campaña: "Va a ser dura, porque hay muy buenos equipos, muy buenos entrenadores y vamos a tener que seguir mejorando, porque se empieza a acortar la diferencia que veíamos años atrás, que eran de siete u ocho puntos. Ya terminamos igual que el cuarto este año y todo eso va a ser una responsabilidad para nosotros como cuerpo técnico de mejorar la temporada que viene".
La eliminación de la Champions deja una evidencia: el Atleti de Simeone necesita tres fichajes muy concretoshttps://t.co/lKmT1Vfo8G
— ElDesmarque Atleti (@DesmarqueAtleti) August 14, 2020