Entre las 55 asociaciones nacionales que componen la UEFA, nada más en Moldavia hay un equipo con mejor racha sin perder en la actualidad en su Liga que el Atlético de Madrid, que batió su récord histórico con el triunfo 2-0 contra el Betis, con el que enlazó su vigésimo primer partido invicto en el torneo.
Es el Sheriff Tiraspol, con la diferencia infinita que existe entre una de las mejores Ligas del continente -o la mejor-, como es la española, y una competición menor, como es la moldava, cuya federación ocupa el puesto número 41 en el ránking de la UEFA. Es el único equipo en Europa que supera tales registros en el presente.
El líder moldavo, fundado en 1997, 18 veces campeón de su país, en el número 117 en la clasificación de clubes de la organización europea y con tres participaciones en la fase de grupos de la Liga de Campeones como éxito internacional más reconocible, encadena 36 encuentros invicto en su Liga, cuyo dominio es totalmente absoluto.
Es una marca hoy inasumible e inimaginable en las grandes Ligas europeas, incluso en las 40 mejores del continente, con la igualdad creciente con el paso de los años, y probablemente incomparable con la que ha logrado el Atlético, quizá mucho más exigente, meritoria e imponente por el nivel de la competición con sus 21 duelos invicto.
No hay un caso igual ni en Inglaterra ni en Alemania ni en Italia ni en Francia ni en Portugal ni en Rusia ni en Bélgica ni en Ucrania ni en Holanda ni en Turquía ni en Austria ni en Dinamarca ni en Escocia ni en la República Checa ni en Chipre ni en Suiza ni en Grecia ni en Serbia ni en Croacia. Son las veinte federaciones con mejor coeficiente de la UEFA, según publica su página web oficial.
Pero tampoco en Suecia, en Noruega, en Israel, en Kazajistán, en Bielorrusia, en Azerbaiyán, en Bulgaria, en Rumanía, en Polonia, en Eslovaquia, en Eslovenia, en Hungría, en Luxemburgo, en Lituania, en Armenia, en Letonia, en Macedonia del Norte, en Bosnia Herzegovina, en Irlanda, en Finlandia, en Georgia, en Islandia, en Montenegro...
Y hay pocos ejemplos que se acerquen a la serie actual del equipo rojiblanco: el Feyenoord encadena 19 en Holanda, los mismos que el Europa en Gibraltar; el Shamrock Rovers, el Ballkani y el Slavia Praga, 18 en Irlanda, en Kosovo y en la República Checa, respectivamente; el Milan, 16 en Italia, igual que el Salzburgo, el adversario del Atlético en la Liga de Campeones, en Austria.
Pero nadie -menos el Sheriff- enlaza ahora los partidos que permanece sin perder el Atlético de Madrid. Un total de 21, con 12 victorias y nueve empates, que son la mejor marca histórica invicta del equipo rojiblanco en el torneo y que admiten dudas individuales y colectivas, contrastes, virtudes y defectos y opiniones, pero que reducen su impacto por la dimensión indudable de los números.
"No creo tener la razón de nada, porque en fútbol la razón no la tiene absolutamente nadie. Cuando vos llegas a un club, el club lo que quiere es ganar. Y si a partir de ganar puedes jugar extraordinariamente bien será mucho más bonito. No he conocido ningún aficionado que quiera empatar o perder. Todos quieren ganar. Obviamente que todos quieren ganar jugando bien y haciendo muchos goles, pero a veces todo lo que uno le ilusiona no puede ser y se quedan con lo más importante que tiene esto", valoró Simeone.
En todo ese camino, el Atlético ha demostrado altibajos. No hay mejor ejemplo que el último partido, con la infame puesta en escena este sábado ante el Betis, que lo desbordó de principio a fin en la primera parte, y la contundente respuesta en la segunda mitad, en la que venció 2-0... Y no goleó más por las paradas de Claudio Bravo.
Ha marcado 39 goles, con Marcos Llorente -el goleador clave ante el Betis, Álvaro Morata -hoy en el Juventus- y Joao Félix -suplente este sábado y aún con la reafirmación de su potencial pendiente- con más tantos que nadie, con cinco, seguidos en cualquier caso muy de cerca por Luis Suárez: cuatro dianas en sus cinco duelos de Liga. Ha recibido 13 el portero Jan Oblak, imbatido en once de esos choques.
Y hay una distancia evidente en toda esa racha entre el Wanda Metropolitano, su estadio, y fuera de él. En su casa ha ganado ocho de sus diez encuentros, con dos igualadas, mientras que lejos de ella ha logrado el triunfo en cuatro de los once compromisos, aunque se sostuvo invicto a golpe de empate en siete de esas once salidas.
En su territorio, el Atlético de Madrid recibe el martes al Salzburgo en la segunda jornada del grupo A de la Liga de Campeones con la presión que ejerce su derrota de la primera cita contra el Bayern Múnich por 4-0 y con los contratiempos que provocan las lesiones; la última, la de Yannick Carrasco, reemplazado por unas molestias musculares.
Simeone lo descartó para los próximos días, a la espera de la confirmación exacta de la dolencia: "A Carrasco lo quería poner menos de lo que le puse, porque vi que su partido de Múnich fue buenísimo, que había hecho un grandísimo esfuerzo y hoy entendía que más allá de haber jugado un gran partido lo quería aprovechar menos minutos de lo que le tocó jugar. Desgraciadamente se lastimó y lo vamos a perder ahora".
El extremo belga, empleado en cada uno de los seis partidos oficiales de la actual campaña, aunque nada más dos de inicio, se añade a las bajas contra el Salzburgo de Diego Costa, que ya se ha perdido los dos últimos encuentros por una lesión muscular, y Sime Vrsaljko, fuera de competición hasta diciembre por una artroscopia en la rodilla izquierda y sin estrenarse aún en esta temporada.
La duda -seria- es Saúl Ñíguez. No se ha entrenado con el grupo desde hace una semana y media por unas molestias musculares ni tampoco lo hizo en la sesión matutina de este domingo en la Ciudad Deportiva de Majadahonda, con recuperación para los titulares y con sólo seis hombres a las órdenes de Simeone para el entrenamiento sobre el terreno: Ivo Grbic, Joao Félix, Víctor Machín, 'Vitolo', Manu Sánchez, Ivan Saponjic y José María Giménez, quien, recién recuperado de unas molestias, no hizo todos los ejercicios, según el vídeo difundido por el club del entrenamiento a puerta cerrada.