No hay términos medios para el Atlético de Madrid en su vuelta a la UEFA Champions League, enfrentado este miércoles con el Lokomotiv Moscú en el estadio Wanda Metropolitano en un partido clave, porque la victoria encarrila -y casi sentencia- su clasificación para los octavos de final, pero la derrota le deriva en un enredo más que incierto para llegar incluso al segundo puesto.
No es un choque definitivo, pero el margen de error es muy estrecho, más aún en un duelo mucho más comprometido de lo que aparenta por las consecuencias del resultado que sea. Los cálculos son claros: si gana -y el Bayern vence en Múnich al Salzburgo- su ventaja en la segunda plaza se dispararía a cinco puntos con seis por jugarse; si pierde ya no dependerá de sí mismo para ser segundo ni tendrá ninguna opción de dominar el grupo, si es que hay alguna posibilidad real de competir con el actual campeón de Europa, cinco puntos por delante.
Desde esas perspectivas, la victoria es el único camino aparente hacia los octavos de final para el Atlético y para el Lokomotiv, que jamás ha vencido al conjunto rojiblanco. Ni en Moscú ni en Madrid, donde además ha sido derrotado en cada una de sus dos visitas, además recientes: 2-0 el pasado curso y 3-0 en la campaña 2017-18.
El subcampeón de la Liga rusa, último de grupo en sus dos participaciones más recientes en la máxima competición europea y derrotado en 12 de sus 16 partidos en esta ronda de la Liga de Campeones a lo largo de su historia, de los que nada más ganó dos, ha vencido dos de sus últimos 17 encuentros europeos y nunca ha ganado en España: ocho visitas, siete derrotas y un empate.
Todos los datos, todas las circunstancias y cada nombre de cada plantilla confluyen en una certeza: el Atlético es el favorito. También lo era en su anterior compromiso en Moscú, el pasado 3 de noviembre, y empató a uno, por muchas ocasiones que dispuso. Es un aviso, como también lo son las cuatro derrotas sufridas en sus últimas nueve apariciones en la Champions. Pero no altera la superioridad evidente del bloque de Diego Simeone.
Más aún en un escenario como el Wanda Metropolitano, donde el Atlético encadena 19 partidos como un local invencible. No pierde desde hace casi un año, el 1 de diciembre de 2019. De sus 27 partidos europeos más recientes en casa, nada más ha perdido uno (1-2 con el Chelsea en el primer duelo europeo de su moderno campo, en 2017-18). El resto los resume en 22 triunfos y 4 empates.
Y más aún en un momento como el actual, con nada más dos derrotas en sus últimos 30 compromisos y con el incontestable paso adelante -confirmado con su victoria ante el Barcelona del pasado sábado- que ha dado el Atlético; más alegre, más combinativo, más ambicioso y más desbordante, juegue quien juegue y esté o no esté sobre el terreno Luis Suárez, que se perderá su segundo encuentro consecutivo a causa de la Covid-19 sufrida con la selección uruguaya.
Tampoco están disponibles ni Lucas Torreira, por el mismo motivo, ni Héctor Herrera ni Manu Sánchez, ambos con sendas lesiones musculares, ni Sime Vrsaljko, por una artroscopia en la rodilla izquierda, ni Geoffrey Kondogbia, porque no está inscrito en el torneo, una vez que su fichaje se completó una vez cerrado el plazo.
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— Atlético de Madrid (@Atleti) November 24, 2020
El resto están listos para Simeone, como Koke Resurrección, que alcanzará 100 partidos como rojiblanco en la Liga de Campeones, y Joao Félix, cuyo fútbol incontestable esta campaña lo ha multiplicado a él y, por extensión, a todo su equipo. En la sesión de este martes, el atacante portugués tuvo dosificación de cargas ante tal acumulación de partidos. La duda es si partirá desde el once este miércoles.
Nada más se prevén retoques en la alineación. Ni una rotación generalizada ni siquiera más allá de tres cambios, como mucho, en el caso de que Renan Lodi, Thomas Lemar y Diego Costa entren en el once y haya un hipotético descanso para Joao Félix, que no lo parece, teniendo en cuenta su momento y la transcendencia del duelo.
En el equipo titular seguirán Jan Oblak, Kieran Trippier, Stefan Savic, José María Giménez, Marcos Llorente, Koke Resurrección, Saúl Ñíguez y Yannick Carrasco, todos titulares el pasado sábado ante el Barça.
Enfrente, en el Lokomotiv, la lesión de su mejor delantero, Fiódor Smólov, no deja muchas opciones al técnico de los rusos, el serbio Marko Nikolic, que plantar en el Metropolitano una defensa a ultranza para minimizar lo más posible el ataque colchonero.
Nikolic alineó de inicio el sábado en liga ante el Arsenal (1-0) a la pareja formada por el caboverdiano Zé Luís y al portugués Eder, pero pocos esperan que salga otra vez con dos delanteros en Madrid.
Probablemente, reforzará el centro del campo y será Antón Miranchuk, su mejor jugador, el que juegue por detrás de Zé Luís, que será el encargado de pegarse con los centrales rojiblancos.
El conjunto ruso basa su optimismo en que encaja pocos goles, aunque también marca muy pocos, y que se desenvuelve mucho mejor en Europa que en el campeonato local.
Para el partido ante el Atlético, Nikolic dio el fin de semana descanso al portero titular, Guilherme, que salvó a su equipo hace tres semanas con varias paradas de mérito frente al Atlético. Con la selección rusa, en cambio, fue muy criticado por la goleada recibida recientemente en la Liga de las Naciones ante Serbia (5-0).
Atlético de Madrid: Oblak; Trippier, Savic, Giménez, Lodi; Llorente, Saúl, Koke; Joao o Lemar, Diego Costa o Correa y Carrasco.
Lokomotiv Moscow: Guilherme; Zhivogliádov, Corluka, Rajkovic, Murilo, Rybus; Kulikov, Krychowiak, Ignátiev, Miranchuk; y Zé Luís.
Slavko Vincic (Eslovenia).