El Atlético de Madrid está lanzado y se debe, en buena medida, gracias a los cambios que ha introducido Diego Pablo Simeone esta temporada en el equipo. Más allá de los nombres propios, el técnico ha dejado atrás su tradicional 4-4-2 y está apostando este curso por una línea de cinco defensas, con dos carrileros, en la que se evidencia a su vez que la plantilla anda algo justa.
De hecho, el equipo rojiblanco tiene cuatro centrales en liza y Simeone acostumbra a jugar con tres de inicio. Evidentemente, era difícil de prever que habría un cambio tan radical de sistema a principio de curso, pero esa transformación ha provocado que la línea defensiva esté cogida con pinzas casi en cada partido.
A priori, los tres centrales del equipo de gala son Stefan Savic, José María Giménez y Mario Hermoso. El español se ha afianzado por el costado izquierdo y el uruguayo, en el medio. El caso es que los continuos contratiempos de los dos últimos, pues Savic sólo se ha perdido dos partidos, han provocado que Felipe Monteiro juegue casi todos los encuentros.
No anda en buena forma el brasileño y no pasa nada por decirlo. Igual que el curso pasado se le llegó a calificar como el mejor fichaje del Atlético de Madrid, esta temporada está quedando en evidencia en muchos encuentros y demostrando que el cambio de sistema no le ha venido demasiado bien. No termina de adaptarse en términos tácticos, ve tarjetas demasiado tempraneras, transmite inseguridad y comete fallos, demasiados para un central de su talla.
Aún así, Felipe lo está jugando casi todo. Ha participado en 18 de los 21 partidos de LaLiga Santander de esta temporada y sólo ha visto tres desde el banquillo sin llegar a participar. Eso sí, sólo ha sido titular en 13 de ellos, entrando en varios encuentros durante el tramo final para afianzar la defensa.
Felipe, a pesar de su bajón de nivel, seguirá siendo titular a corto plazo, salvo cambio de sistema. Ya ha estado cubriendo en los últimos partidos el sitio de Mario Hermoso, que dio positivo en coronavirus, y ahora tendrá que tapar el hueco de Giménez, que podría estar tres semanas de baja. Ese puesto central de la zaga le viene mejor que el zurdo y, a partir de ahí, podría volver a crecer para reencontrar su mejor versión en el Atlético de Madrid.