En el fútbol no hay mejor manera de reivindicarse que con goles, y de eso saben bien Ángel Correa y Simeone. Después de unos partidos difíciles para el futbolista argentino, ante el Eibar se reivindicó de la mejor manera: dos goles (uno, golazo) para encarrilar la victoria del Atlético de Madrid.
El primero de ellos llegó después de lanzarse al segundo palo para empujar a la red un cabezazo peinado a balón parado por Héctor Herrera. Un gol psicológico en el minuto 42 que permitía a los rojiblancos marcharse al descanso con ventaja, aunque la cosa no quedó ahí.
Aún mejor fue la acción del segundo gol, un minuto después, al recibir un balón en el área, controlar y dejar sentado al marcador del Eibar y batir por bajo a Dmitrovic antes de que el meta serbio pudiera reaccionar. Un doblete de Ángel Correa que le deja ya con seis dianas en LaLiga Santander, su segundo mejor registro histórico.
Correa marcó ante el Eibar las ocasiones que no supo materializar en encuentros como el del Betis, donde fue muy criticado. Claudio Bravo le evitó el gol de la victoria en el descuento y el internacional con la albiceleste acabó hundido, aunque ahí apareció Simeone.
El Cholo sabe mejor que nadie gestionar a esta plantilla, así que su reacción no se hizo esperar nada más acabar el choque en el Benito Villamarín. Cuando Correa encaraba el túnel de vestuarios, Simeone salió en su encuentro y le dedicó un cariñoso abrazo y un beso.
Un gesto con el que el técnico quería demostrar a su compatriota su confianza plena y este se lo agradeció con goles. El doblete de Correa frente al Eibar permite al Atlético encarar una victoria para amarrar el liderato con el argentino como 'killer' ante las ausencias de Luis Suárez y Joao Félix.