El Atlético de Madrid logró rescatar in extremis una victoria en Milán. Los pupilos de Diego Pablo Simeone consiguieron un sufridísimo triunfo en San Siro en un duelo que pronto se les puso cuesta arriba con el gol de Rafael Leao pero que vieron con más esperanzas a raíz de la expulsión de Franck Kessié.
Pese a que el equipo de Simeone jugó con superioridad numérica desde la media hora de juego, los goles rojiblancos no llegaron hasta la recta final del choque. El técnico argentino, consciente de que contra diez sus jugadores tampoco podían, intentó impulsar a su equipo introduciendo sobre el campo a no pocos jugadores de ataque.
Si con la lesión de Trippier el sustituto del inglés fue Joao Félix, en el segundo tiempo Simeone además acabó introduciendo a Griezmann y Lemar a la hora de partido reemplazando a dos centrocampistas de corte más defensivo como Koke y Kondogbia.
Tras el partido y habiendo conseguido la victoria, Simeone recordó que habían ido con todo a por el partido. Con todos los jugadores de ataque que tenía a su disposición ya que a los mencionados anteriormente habría que añadir a los titulares Luis Suárez y Ángel Correa, que jugaron el partido completo.
No obstante, a Simeone se le quedó una pieza de ataque sin usar en el banquillo de suplentes. Se trata de Matheus Cunha. El brasileño, llegado este verano a cambio de 30 millones de euros procedente del Hertha Berlín, se quedó sin minutos por segunda vez desde que es jugador del Atlético de Madrid. Curiosamente ambos partidos en los que vio los 90 minutos desde el banquillo han sido los de la fase de grupos de la UEFA Champions League.