Diego Pablo Simeone tiene un problema con Antoine Griezmann. Un problema que no depende de él, pues en el Atlético de Madrid siguen esperando a la UEFA. El delantero fue expulsado en el primer duelo de la Champions League ante el Liverpool y, un mes después, aún no sabe el alcance de su sanción. Y eso condiciona los planes del técnico para los próximos duelos ante CA Osasuna y el AC Milan.
El francés vio la roja directa por una patada a Firmino en la cara en el Metropolitano. Aquello sucedió el pasado 19 de octubre y aún no ha noticias de su sanción, tal y como recalca el diario Marca. El delantero no pudo jugar en Anfield, pero no sabe si podrá hacerlo el próximo miércoles ante el AC Milan.
Y eso que apenas resta una semana para que llegue el próximo partido. El Atlético confía en que la sanción sea de un sólo partido, pero no se descarta que le puedan caer dos encuentros de suspensión, según la misma fuente. Lo que nadie entiende en las oficinas del Metropolitano es que un mes después, y a una semana de la próxima jornada, todavía no conozcan su castigo.
La sanción de Griezmann condiciona a Simeone, además, de manera inmediata. Si no puede jugar ante el Milan, todo apunta a que completaría los 90 minutos el sábado ante Osasuna. En caso de que sí esté disponible, el técnico podría valorar darle descanso de inicio o apostar por otros jugadores de ataque. Una gestión que, de momento, no puede llevar a cabo.
El club, además, también espera aún la sanción a Felipe Monteiro, que vio otra roja directa en el partido de Anfield. Cabe recordar que en estas cuatro jornadas de la Champions, además, ha estado condicionado por una sanción de cuatro partidos a Stefan Savic, que vio la roja directa en el duelo del curso anterior ante el Chelsea. Un precedente que genera malos presagios en el Metropolitano.