El Atlético de Madrid sufría muchísimo en Oporto. El equipo colchonero no se lograba imponer ni en sensaciones ni en marcador al equipo local y jugaba en el alambre para avanzar a octavos de final de la UEFA Champions League. Oblak salvaba una y otra vez a los de Simeone... hasta que llegó el gol de Antoine Griezmann en Do Dragao.
Un córner botado por el cuadro rojiblanco fue tocado por Taremi y el balón le cayó franco a un Griezmann que sólo tuvo que empujarla para hacer delirar a los aficionados colchoneros presentes en Oporto.