Entre la incidencia del Covid-19, con los positivos de Joao Félix, Antoine Griezmann, Koke Resurrección, Héctor Herrera y el propio Diego Simeone, aislados en sus domicilios, el técnico argentino y su cuerpo técnico retoman la búsqueda de soluciones para su equipo, en una situación anómala comparativamente con toda su era el frente del banquillo del Atlético de Madrid, ajeno a lucha por LaLiga Santander, en la peor primera vuelta desde su llegada y centrado en recuperar la figura de un conjunto que encadena cuatro derrotas, insiste en el hallazgo de su mejor nivel y debe recomponer su identidad, con el Rayo ya a la vista.
No es una situación deportiva como hace diez años, cuando un 29 de diciembre de 2011 dirigió su primer entrenamiento del equipo madrileño en el ya desaparecido Vicente Calderón. Quizá es más similar al momento que sufrió el equipo en el curso 2019-20, antes del parón competitivo por el Covid-19, cuando era sexto en la clasificación. Pero la necesidad también apremia ahora al actual conjunto rojiblanco a estas alturas de temporada, consciente de que la Liga es imposible -son 17 puntos de desventaja con el liderato del Real Madrid- y que la clasificación para la Liga de Campeones es ineludible.
"Hay que limpiar la mente, estar tranquilos y buscar corregir situaciones", recitó tras el 2-1 en Granada, en el último partido del año. "Y con tranquilidad, en la búsqueda, ir despacio rearmando esto, que tiene muchas cosas buenas", abundó.
Es su peor primera vuelta. A falta de un partido para cerrarla, este domingo frente al Rayo Vallecano en el estadio Wanda Metropolitano, es una realidad ya irremediable. Ni siquiera en 2019-20 o 2016-17, cuando sufría tantas dudas como ahora, alcanzó la mitad del campeonato con tan poca productividad como ahora. Entonces, sumaba 35 puntos -su peor registro hasta esta campaña-, ahora acumula 29, que serán 32 si vence este domingo.
Es su puntuación más baja en las primeras 18 jornadas -y lo será en las 19-, pero también su registro más alto de derrotas: cinco en 18 encuentros, cuando el baremo más amplio en ese sentido son las cuatro que padeció tanto en 2016-17 como en 2014-15. Si no lo soluciona, además, también será su registro más bajo de triunfos. Ha logrado ocho en 18 jornadas. Si gana al Rayo, serán nueve en 19, igual que la peor referencia en ese sentido: 9 en 2019-20.
Igualmente, jamás había encajado tantos goles como ahora en una primera vuelta, con los 22 que ha sufrido hasta ahora -ocho de ellos en los últimos once remates o en las cuatro jornadas más recientes-. Ni en 2020-21 (9) ni en 2019-20 (12) ni en 2019-19 (13) ni en 2017-18 (8) ni en 2016-17 (16) ni en 2015-16 (8) ni en 2014-15 (18) ni en 2013-14 (11) ni en 2012-13 (18). También es su peor diferencia de goles: +7. Empeora al +10 de 2019-20.
"No está queriendo entrar", dijo también Simeone de los datos ofensivos del equipo, que sólo ha marcado tres goles en los 53 últimos tiros que ha propuesto en la actual secuencia de cuatro derrotas en la Liga. En comparación con otras primeras vueltas, está alejada de las mejores (47 en 2013-14, 40 en 2012-13, 37 en 2014-15 y 36 en 2020-21) y por encima de las peores: 22 en 2019-20, 27 en 2018-19 y 2015-16 o 28 en 2017-18, aunque la diferencia con todas ellas es que recibió, como poco, ocho goles menos.
El curso 2019-20, cuando el Atlético se distanció a toda velocidad de la posibilidad de competir por el título y se abocó a enfrentarse a la realidad de alcanzar uno de los primeros cuatro puestos de la clasificación (lo consiguió después del parón por la Covid-19), es la referencia también más cercana al momento que vive el equipo rojiblanco, que no gana ni siquiera cuando hace méritos, que se desangra en su defensa y que tampoco logra subsanarlo en ataque, porque su eficacia tampoco alcanza a temporadas precedentes.
Entonces, la solución de Simeone fue concluyente. En el tiempo que duró el parón por la pandemia -de marzo a mayo-, trabajó los errores con sus jugadores, individual y colectivamente, desde la distancia, a través del vídeo, para solucionar los defectos con vistas al reinicio de la competición. Se fue a la interrupción del campeonato en la sexta plaza, tras un 2-2 en casa con el Sevilla, con 45 puntos de 81 posibles, y terminó la Liga tercero, además con una distancia de diez puntos sobre el quinto de la clasificación, porque en las once jornadas de la reanudación hizo 25 de los 33 puntos por los que compitió.
Hubo un factor clave por encima de todos para entender la reacción del equipo: la presión en campo contrario. Fue la principal seña de identidad que relanzó a su conjunto en comparación con el tramo anterior de 27 encuentros. La recuperación de la posesión y el incremento del volumen de juego en terreno rival, más o menos lo que propuso en muchos tramos en Granada, restablecieron la figura de equipo y lo repusieron en zona 'Champions'.
En otras ocasiones, en momentos de crisis, también Simeone apostó por el origen defensivo. No parece ahora esa la fórmula, en un equipo que se descubre vulnerable, pero con unas características de jugadores que invitan al técnico a una propuesta ofensiva, ya sea dentro del 4-4-2 o del 5-3-2 con el que ha oscilado en esta temporada, sin consolidar la estructura de tres centrales tanto como lo hizo durante la campaña pasada.
De hecho, este domingo apunta al 4-4-2. Ya tiene definido el once, a juzgar por las pruebas del entrenamiento de este viernes. Sin Koke, Joao, Griezmann y Herrera, por Covid-19, y sin Marcos Llorente ni Stefan Savic, lesionados, la alineación probable está formada por Jan Oblak; Kieran Trippier, José María Giménez, Mario Hermoso, Renan Lodi; Yannick Carrasco, Rodrigo de Paul, Geoffrey Kondogbia, Thomas Lemar; Ángel Correa y Luis Suárez.
El nuevo año, a la vez, recuperará para Simeone figuras esenciales en su esquema en los últimos tiempos, sobre todo en el centro de la defensa. El técnico argentino ha perdido en todo este último mes -en el recorrido de las cuatro derrotas- a sus dos centrales más titulares de todos (ya sea complementados por otro central en un 5-3-2 o con ambos por el medio en un 4-4-2): Stefan Savic y José María Giménez, bajas los últimos cuatro y cinco duelos, respectivamente, por sendas lesiones musculares. Ante el Rayo ya vuelve el uruguayo.
"(...) Esperar que se recuperen los centrales que nos están faltando en estos momentos y con mucha necesidad", citó hace una semana tras el 2-1 en Granada, cuando respondía acerca de la crisis actual de resultados de su equipo, enfocando a una posición en la que ni Felipe Monteiro ni Mario Hermoso ni Geoffrey Kondogbia -la solución de urgencia ante tales ausencias- han sido soluciones concluyentes. Tampoco ha sido el mejor curso de Savic, imponente en el Atlético campeón en 2020-21, ni Giménez, frenado ahora por las lesiones y recuperado a tiempo ante el Rayo de la contractura que padeció hace un mes en Cádiz.
En una o dos semanas también volverá a disponer de Antoine Griezmann, un hombre vital para Simeone, que, cuando se lesionó el pasado 12 de diciembre en el primer tiempo del encuentro contra el Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu, era el más productivo de todos en ataque.
Con él, con el momento actual de juego de Joao Félix -interrumpido ahora por Covid-19- y con la indudable dependencia que tiene goleadora de Luis Suárez, cuya peor racha como rojiblanco coincide con los peores resultados del equipo, habrá que ver si Simeone se decide de nuevo por alinear a los tres juntos como titulares cuando los tenga disponibles, porque el francés y el portugués son baja ante el Rayo.
La última vez que lo hizo fue hace once encuentros, en sendos 2-2 consecutivos contra la Real Sociedad y el Levante. Después, entre las lesiones en seis partidos y entre la elección por otra configuración en la alineación, en otros cinco choques, no ha vuelto a salir con los tres en ningún compromiso oficial.
También está en recuperación Marcos Llorente, fuera por una lesión muscular sufrida contra el Sevilla, el pasado 18 de diciembre. Tampoco estará aún disponible frente al Rayo, aunque ya hace ejercicios sobre el terreno de juego al margen del grupo.
Pendiente de si sucede o no algo con Kieran Trippier en el mercado de invierno, por el interés del Newcastle en su fichaje, el regreso de Llorente presumiblemente será para ingresar en el centro del campo, no en el lateral o el carril derecho, al que ya ha vuelto el internacional inglés, con todo lo que eso supone para el potencial del Atlético de medio campo hacia adelante, donde el centrocampista madrileño se mueve con más soltura.
Porque el Atlético también sufre este curso la baja producción de Llorente en datos tangibles ofensivamente como los goles y las asistencias. Aún no ha marcado en sus 18 partidos de esta temporada, cuando la pasada campaña aportó trece tantos y dio otros doce. Sime Vrsaljko, reactivado para la causa contra el Oporto, también apura su puesta a punto. A la vez, hay tres apercibidos en Liga: Luis Suárez, Giménez y Felipe Monteiro.
"Con tranquilidad y equilibrio saldremos adelante", proclamó Simeone. Mientras tanto, la Liga ya no parece posible; la clasificación para la Liga de Campeones se transforma en una prioridad por la complejidad con la que se percibe ahora mismo; la Copa del Rey se acerca, con el duelo el próximo 6 de enero ante el Rayo Majadahonda, y ya surge a la vista la Supercopa de España en Arabia Saudí.
Antes necesita reencontrarse consigo mismo. Porque son cuatro derrotas consecutivas en LaLiga Santander por primera vez en toda la era Simeone. Ni siquiera en 2011-12, cuando reflotó a un equipo que había naufragado en los primeros meses del curso, atravesó una racha tan dañina, que comenzó con la derrota imprevista por 1-2 contra el Mallorca en el Wanda Metropolitano, continuó con un 2-0 en el derbi ante el Real Madrid y un 2-1 en la vista al Sevilla en el Sánchez Pizjuán y se completó hace ocho días en Granada, cuando perdió un partido que jamás mereció perder. Es la realidad con la que ha terminado 2021. Ahora empieza 2022. El domingo aguarda el Rayo.