Nunca antes Diego Simeone había perdido tanto y había ganado tan poco con el Atlético de Madrid, con el que sufre su momento más difícil y con el que recibe este sábado al Valencia en el Wanda Metropolitano por su supervivencia en la cuarta posición de LaLiga Santander, expuesto a la crítica, ante su público y enfrentado a José Bordalás, que tiene el desafío pendiente de ganar al conjunto rojiblanco para creer en la UEFA Champions League.
Después de dos despropósitos consecutivos, eliminado de la Supercopa de España por el Athletic Club y de la Copa del Rey por la Real Sociedad, desbordado una vez más por sus propios problemas, especialmente en su defensa, pero extensivos a cada una de sus líneas, a cada una de sus individualidades, a todo su colectivo, el Atlético y su técnico se reencuentran con su afición, con una pinta más que nunca de plebiscito, cuando más debate surge entre los seguidores sobre la figura del técnico más ganador de la historia del club.
Mientras Simeone o Luis Suárez llaman a la "unión", no es una discusión nueva, siempre latente en la grada en los últimos años. Ya ocurrió en 2019-20. Pero sí es más intensa. La crisis actual del equipo lo enfoca. Él es el líder indudable del equipo durante la última década. En los últimos ocho títulos, en los últimos 556 partidos, en los últimos 328 triunfos... Y ahora en su momento más difícil en diez años, cuando las derrotas lo presionan y lo responsabilizan, aunque también existan montones de matices en el terreno de juego, en el nivel individual y colectivo de sus jugadores, en los errores insistentes que transforman cada centro lateral en un suplicio, cada salida de balón en un jeroglífico y casi cada proposición ofensiva en una secuencia lenta y sin destino.
"Creo en mis jugadores y buscaremos todas las maneras que conocemos para enderezar esta situación", proclamó el pasado miércoles el técnico, que recupera a sus dos centrales de más nivel y confianza: Stefan Savic y José María Giménez. No disponía de los dos a la vez desde hace diez partidos, desde el 1-4 al Cádiz del pasado 28 de noviembre, hace un mes y 23 días, justo antes de empezar la secuencia de cuatro derrotas consecutivas en la Liga.
Los dos serán titulares. Igual que Luis Suárez, confirmado en la alineación de este sábado por Simeone, tras dos suplencias consecutivas. "El 90 por ciento" del equipo estará formado por futbolistas que hicieron campeón al Atlético el pasado mes de mayo, según enfatizó el técnico. Eso supone que Rodrigo de Paul también formará de inicio en el equipo, puesto que Antoine Griezmann está de baja por lesión, como Marcos Llorente y Geoffrey Kondogbia; Benjamin Lecomte es el portero suplente y Matheus Cunha apunta al banquillo.
Aún es cuarto en la clasificación, a 16 puntos de la cima que lo perteneció durante casi toda la campaña pasada. La tercera posición del Betis está a cuatro puntos. Y su ventaja sobre el quinto es inexistente. Lo persigue a su altura la Real Sociedad. Un escalón y un punto más abajo está el Barcelona. Y a dos, el Rayo. Una derrota o un empate este sábado ponen en riesgo su actual posición, que el club remarca siempre como indispensable.
Cuatro puntos menos -con un partido más- tiene el Valencia de José Bordalás, que nunca ha doblegado a Simeone en sus nueve enfrentamientos. El último fue un empate 3-3 en Mestalla cuando el Atlético vencía por 1-3 en los instantes finales. Necesita más para reivindicar sus opciones de jugar la Liga de Campeones la temporada que viene, aún más después de sus tres jornadas seguidas sin ganar: 1-2 con el Espanyol, 4-1 con el Real Madrid y 1-1 con el Sevilla, este miércoles, por ese orden, que frenaron tres triunfos consecutivos.
Ese empate fue agridulce para el Valencia, en un encuentro en el que por una parte superó un tempranero autogol en contra y logró romper una racha de dos derrotas seguidas ante uno de los equipos más punteros del campeonato, pero por otra no consiguió los tres puntos que necesitaba para engancharse a los puestos europeos.
Ahora surge una nueva prueba para la evolución del equipo de José Bordalás, especialmente en la faceta defensiva, que es en la que más ha sufrido desde el arranque de la Liga.
El partido llega también en un momento de tensiones internas en el Valencia. Las operaciones de mercado han alejado las posturas entre el técnico y la directiva y uno de los motivos es el centrocampista danés Daniel Wass, que quiere que la entidad acepte la propuesta que por él ha hecho precisamente el Atlético de Madrid y al que Bordalás quiere retener.
Teóricamente y tras superar el covid-19, Wass estará disponible para esta cita. A la vez, el entrenador alicantino podría recuperar a Carlos Soler, otra pieza clave en el centro del campo. Además, se dejó fuera de la convocatoria por decisión técnica a Maxi Gómez, titular habitual hasta ahora, un movimiento que molestó al delantero uruguayo.