El Atlético de Madridd tensa aún más la cuerda con el FC Barcelona por el caso Antoine Griezmann. El club, con Miguel Ángel Gil Marín a la cabeza, ha mandado un mensaje claro a Joan Laporta en las tres primeras jornadas de LaLiga Santander, en las que el delantero sólo ha entrado al campo a partir del minuto 60. Y el propio Diego Pablo Simeone ha respondido sobre su caso en sala de prensa.
"Yo soy hombre de club. Y lo seré siempre", respondió este viernes el Cholo cuando le preguntaron sobre el delantero. Y es que la cláusula entre los clubes por la cesión del francés incluye una opción de compra que será obligatoria si se cumple un requisito: que Griezmann juegue más del 50 por ciento de los minutos en los que esté disponible durante estas dos temporadas.
Esa cláusula asciende nada menos que a 40 millones de euros. Y el jugador tendrá el próximo verano 32 años, lo que unido a su evidente bajada de rendimiento y su altísimo sueldo convierten la operación en un serio problema para las cuentas del Metropolitano. Además, en verano de 2023 el futbolista sólo tendrá un año más de contrato, lo que convierten la operación en un sinsentido para el cuadro rojiblanco.
Griezmann cumplió con la premisa marcada en el contrato en casi un 82% del pasado curso. Eso significa que el Atlético, si no quiere pagar esos 40 millones, deberá ponerle en menos del 18% de los partidos durante más de 45 minutos. Algo que ya ha sucedido en las tres primeras jornadas, cuando el futbolista ha entrado al terreno de juego justo cuando se llegaba a la hora de partido.
El plan del Atlético es claro: no quiere pagar esos 40 millones. Su intención de quedarse al futbolista dependerá de su rendimiento este curso, pues el pasado fue muy pobre. El propio jugador está deseando quedarse en Madrid. Y en Barcelona, mientras tanto, supondría un problema muy importante el posible regreso de un Antoine que no tiene ninguna intención de volver a vestir de blaugrana.