El Atlético de Madrid no está en una situación crítica de resultados, pero sí de juego. Con el derbi y el primer parón de selecciones a la vuelta de la esquina, las sensaciones que ha transmitido el equipo de Diego Pablo Simeone en estos primeros compases del curso empiezan a ser alarmantes. Poco o nada queda de aquel equipo que deslumbró tanto en pretemporada como en la primera jornada. El cuadro rojiblanco tiene problemas ahora en todas sus líneas: una defensa cogida con alfileres, un medicampo que no existe y una delantera marcada por decreto.
La necesidad de firmar un central se antojaba imperiosa el pasado verano. Incluso dos. Pero la dirección deportiva, en su lugar, decidió renovar a Felipe Monteiro y no firmar a nadie más, pese a ser más que conscientes de los recurrentes problemas físicos que acostumbran a tener José María Giménez y Stefan Savic.
Los dos centrales titulares del equipo están perdidos en la enfermaría. Volverán, claro, pero pocos dudan de que volverán a caer de forma asidua, porque sus antecedentes así lo avalan. Y esto ha obligado a Simeone a formar en este inicio de curso una defensa en la que no hay defensas. Axel Witsel en el eje cuando llegó para jugar en el centro del campo y Reinildo como central zurdo cuando llegó en enero como lateral. El mozambiqueño, al menos, sí que responde en ese puesto.
A partir de ahí, todo son lagunas. Porque Felipe y sobre todo Mario Hermoso no tienen nivel para este Atlético, algo que no es nuevo y que la dirección deportiva debería saber de sobra. El papel del madrileño, especialmente, ha sido irrisorio en los dos últimos partidos en los que ha jugado como titular. En el costado diestro hay dos opciones: un Nahuel Molina que deja más dudas que certezas o un Marcos Llorente reconvertido a carrilero que lleva más de un año sin marcar un gol. Y en la izquierda, Reguilón llegó lesionado sin que nadie explicase el por qué de su fichaje, Yannick Carrasco parece estar de vacaciones y sólo queda el comodín de Saúl.
El problema es evidente: cuando no están los dos centrales titulares, Giménez y Savic, hay una falta de calidad alarmante. El hecho de formar una línea de cinco defensas en la que Llorente, Witsel y Carrasco son centrocampistas reconvertidos y Reinildo un lateral reconvertido a central lo dice todo.
Si el nivel defensivo es alarmante, el de la medular aún más. Koke Resurrección lleva más de un año muy alejado de su mejor nivel y, sobre todo, muy solo en el medio. El club firmó a Witsel, que tiene el perfil necesario para dar criterio a ese centro del campo, pero el belga está jugando en la zaga ante la falta de efectivos atrás, por lo que el problema sigue siendo el mismo.
Marcos Llorente lleva más de un año sin marcar un gol y, en su cuarto curso, sólo ha tenido uno bueno (sobresaliente, más bien) desde que llegó. Rodrigo de Paul aún no ha demostrado cuáles son sus cualidades y ninguno de los dos destacan por su buen toque. No se asocian, no dominan la medular, no juegan de primeras ni agilizan el juego.
Kondogbia podría ser una solución para aportar físico, pero tan cierto es que juega menos que lo que debería como que cuando lo hace suele ser muy irregular. Con Thomas Lemar, más de lo mismo: un partido bueno, dos malos y dos lesionado. Y respecto a Saúl, no se le puede reprochar que no lo intente en este inicio, pero su nivel también está muy alejado al de hace cuatro o cinco años.
Y luego llega el problema ofensivo. Si en el resto de posiciones faltan jugadores, aquí sobran. Cinco delanteros para dos puestos y el peaje de tener que repartir los minutos entre los cincos para que nadie se enfade, para que todos tengan oportunidades y que ninguno se quiera ir.
Joao Félix y Álvaro Morata son la pareja titular. El portugués, con mejores sensaciones que números: tres asistencias en el primer partido y desde entonces, nada más. Ningún gol. Y el madrileño, con tres goles en LaLiga Santander y buenas sensaciones, aunque también esa sospecha en los últimos encuentros de que está empezando a cambiar el signo de su estado anímico.
En el minuto 60, Antoine Griezmann. Por decreto o por contrato, llámenlo como quieran. Un cambio tan predeterminado en cada partido como obligado para un Simeone a quien le gustaría darle más minutos. Ya no lo esconde. Y si Griezmann entra en el 60' en cada partido, con Ángel Correa pasa lo mismo entre los 70 y los 80 minutos. En la mayoría de las ocasiones, acompañado de Matheus Cunha para cambiar toda la delantera. Porque hay que repartir los minutos y todos merecen oportunidades.
Simeone se ha olvidado en este sentido de la meritocracia, quizá con Correa como mejor ejemplo. Y el club se ha olvidado de las necesidades del equipo, con ese exceso de delanteros y la condición que pone al técnico por Griezmann. El resultado: cinco jugadores que deben repartirse los minutos en ataque. No verá ningún club de primer nivel en el que pase algo similar.
Si no fuera por el Cholo, estaríamos en segunda división.
Juo, fichar a "Lopeteguis" para solucionarlo todo. Ja, ja, ja .....
Vete ya Cholo. Adlo por la gente que queremos a este Atleti
Vete ya Cholo. Adlo por la gente que queremos a este Atleti
Muy bueno el articulo, muy cierto todo,le a faltado decir algo de la planificación Berta&Simeone (malisima por cierto).
Muy bueno el articulo, muy cierto todo,le a faltado decir algo de la planificación Berta&Simeone (malisima por cierto).
Slimeone vete del Atleti. Tu futbol es malisino. Nos va a dar un repaso el Madrid. Hazle un favor al club y vete te viene grande el equipo.ahora que estamos empezando. Los jugadores ya no te qyieren El sistema està obsoleto el eqyipo se està arrastrando por los campos
Sí el único lateral izquierdo se va porque se ve por detrás de Reinildo, Carrasco y... Saúl, siendo titular en la selección carioca, es que hay un problema. Sin competiciones europeas y luchando por no descender...
El Atleti lleva jugando de pena ya desde la temporada anterior. Y tiene equipo de sobra para jugar mejor y salir desde el inicio a ganar el partido. Pero el sistema de Simeone es defender el resultado 0-0 o 1-0 . Y ya no hay más. Es como sabe jugar el y no entiende que tiene un equipo para ganar
Nada que añadir, está todo dicho....