Vinícius, de pedir respeto a provocar al público, simular agresiones y reírse del Atleti: "Dos finales"

Que Vinícius se ha convertido en un jugador diferencial es algo que a pocos se les escapa. El atacante del Real Madrid ha pasado en apenas uno año de la indefinición de los metros finales a golear, asistir y ser decisivo casi en cada partido. Pero también tiene aún cosas que corregir, como se vio en el derbi ante el Atlético de Madrid: provocaciones de inicio a fin y faltas de respeto al rival tras el encuentro... tras una semana de polémica artificial.

Es difícil saber de dónde salió toda la polémica generada alrededor del brasileño. Se supone que de unas palabras de Koke tan tibias como coherentes. A partir de ahí, un circo: un comunicado del propio Vinícius, un comunicado del Real Madrid hablando de racismo y hasta jugadores emblemáticos como Neymar o Pelé apoyando a su compatriota.

El caso es que Vini pidió un respeto que él, de momento, no sabe dar a los rivales. Sin ir más lejos, hace apenas una semana el propio Carlo Ancelotti tuvo que pedirle que se callara en el partido ante el RCD Mallorca, cuando ya estaba provocando a los rivales y buscando a Javier Aguirre. Un vídeo que, a lo largo de la semana previa al derbi, desapareció de todos los canales que lo publicaron.

El derbi de Vinícius: provocando, simulando y sin respeto

En el Metropolitano, casi de la nada, el brasileño se convirtió en protagonista extradeportivo. Un pequeño sector tuvo cánticos racistas contra él en la previa, cánticos que luego no se repitieron dentro del recinto. Sólo se escuchó un "tonto" rotundo de toda la afición cuando intentó hacer una lambretta que no fue a ninguna parte.

Antes, Vinícius llegó al partido bailando cuando le enfocaban las cámaras. Ese parecía ser su único objetivo: bailar. Bailar a toda costa. Si marca Rodrygo, le busca y baila. Si marca Valverde, le busca pegando saltitos por el campo y baila también. Un afán de protagonismo y una celebración ensayada que quería dejar patente sobre el césped. Y, por cierto, no hubo lío con esos bailes pese a sus continuas provocaciones junto al Fondo Sur.

Luego llegaron las simulaciones. Primero, simuló una agresión de Reinildo que no fue tal. También en el tramo final fingió otra patada abajo en la que ni siquiera hubo contacto. El colegiado le tuvo que pedir las dos veces que se levantara. En esa segunda mitad, también dejó esa lambretta a ninguna parte con 0-2 en el marcador, buscando notoriedad.

Y luego llegó el post partido. Lejos de huir de polémicas, Vinícius sólo quería seguir incendiando la llama. Y tras tirarse una semana pidiendo respeto, no se sabe a quién, publicó dos tweets recordando el cántico de "lloraron en Lisboa, lloraron en Milán" que recuerda las dos finales del Atlético perdidas ante el Real Madrid.