"Conozco a pocos jugadores más generosos", asegura el seleccionador francés, Didier Deschamps, en referencia a Antoine Griezmann, el día en el que el jugador del Atlético de Madrid se convirtió en el jugador que más asistencias ha dado en la selección francesa junto a Zinedine Zidane.
Desde la banda derecha, su pie izquierdo se inventó un pase al corazón del área pequeña que permitió a Kylian Mbappé lograr su segundo gol, el que daba a Francia la victoria contra Dinamarca y la clasificación para octavos de final.
Esa asistencia, que permitía a Mbappé lograr su diana número 31 e igualar a Zizou como séptimo goleador histórico de Francia, era la número 26 de Griezmann. El colchonero igualaba también con Zidane, esta vez como mejor asistente de la historia de la selección gala.
"Estoy orgulloso de ello, pero me quedo con el trabajo del equipo, ofensiva y defensivamente", dijo el futbolista, que hasta en eso prefirió la generosidad al individualismo.
Griezmann aseguró que todas esas estadísticas no podrían haberse logrado sin "el esfuerzo excepcional del equipo". "Era importante ganar y clasificarnos y estamos muy contentos", señaló.
El atacante es el jugador que encadena la mayor racha de partidos consecutivos con Francia, 69 duelos que le convierten en el exponente de la táctica de Didier Deschamps, el comodín para el seleccionador que diseña el plan para renovar el título mundial.
En esta nueva intentona, Griezmann tiene que cumplir un nuevo rol. Francia tiene tanta dinamita ofensiva que el técnico le ha buscado acomodo en el centro del campo, un rol de enganche entre la zona de creación y el ataque.
"Seguro que va a marcar menos goles, porque tiene a muchos hombres por delante le permitirá ser muy útil y yo sé que él eso lo valora", aseguró Deschamps.
El seleccionador sabe de la capacidad de trabajo que tiene el jugador del Atlético de Madrid, bregado en la exigencia de Diego Simeone y capaz de descender al barro para ayudar al equipo.
"Es verdad que los resultados no eran ideales con su club, pero físicamente estaba bien y le necesitaba para eso. Tiene la mentalidad de un competidor y le pido cosas diferentes. Pero para él no es un sacrificio, porque es muy generoso", agregó el seleccionador.
Deschamps sabe que con Griezmann gana un jugador de inteligencia excepcional para nutrir de balones a una delantera de mucho peso, liderada por Mbappé pero que cuenta también con Ousmane Dembelé y Olivier Giroud.
"Sabe como compensar los desequilibrios que se puedan generar adelante, con tanto hombre ofensivo", dijo Deschamps, que confesó que situado en el ala derecha "habría sido menos útil".
Ahí se deja caer Griezmann durante muchas fases del partido, lo que contribuye a densificar el juego por esa banda y generar más espacios a Dembelé. Además, su excompañero en el Barcelona tiene así menos responsabilidades defensivas.
"Lo que me gusta de Antoine es esa capacidad que tiene de jugar para los demás. Le encanta el juego de recuperación, incluso tirarse al suelo para ganar la pelota", aseguró.
Deschamps siempre está dispuesto a sacar la cara por Griezmann. Cuando la prensa francesa se pregunta si no debería dejar sacar las faltas a Mbappé, el seleccionador interviene: "no nos vamos a privar de su buena pierna izquierda".