El Atlético de Madrid ya está en cuartos de final de la Copa del Rey tras su victoria por 0-2 ante el Levante. Un triunfo gestado gracias a los goles de Álvaro Morata y Marcos Llorente en un mal partido de los rojiblancos, que sufrieron ante los suplentes de un equipo de LaLiga SmartBank.
El Atlético de Madrid entró a la eliminatoria copera titubeante y, pese a tener el control del balón, no lograba que su juego fuera fluido ante un al Levante que, acostumbrado a que los equipos de la Liga Smartbank que visitan su feudo se encierren, parecía no pesarle la condición de ‘dominado’ y se mantenía bien plantado.
De Frutos fabricó la primera ocasión peligrosa del encuentro tras una aparatosa salida de balón del conjunto de Simeone, pero su chut rebotó en Reinildo y se marchó fuera mientras que el Atlético lo intentaba con Morata.
El Levante, con descaro en ataque, logró poco a poco construir con peligro y sobreponerse al dominio inicial del equipo colchonero gracias a una intensa presión con la que marcaba a los jugadores rojiblancos, este miércoles ataviados de naranja, y tuvo una doble ocasión con De Frutos y Musonda que solventaron Oblak y Hermoso.
Mientras que el Atlético mostraba un juego muy plano y sin recursos, seguían los levantinistas firmes en busca del gol, un objetivo que lograron en el minuto 24 con Álex Muñoz, pero que fue anulado por falta de Bouldini a Oblak. Vivía el Levante en el área rival, que tuvo dos potentes disparos de Martínez y Bouldini, y, por su parte, el Atlético logró mejorar tímidamente en el último tramo.
Tras el descanso, Simeone dio entrada a Correa, que mejoró al equipo. Los madrileños salieron enchufados, pero carecían de precisión en el último pase y los defensores azulgrana se anticipaban para cortar los ataques visitantes hasta que Llorente, tras una gran acción de Correa, asistió con un centro raso a Morata, que definió con contundencia (m.54).
El Levante se vio forzado a hacer cambios en su sistema y entraron Cantero, Campaña, Wesley Moraes y Soldado para buscar el empate, pero el Atlético permanecía muy junto y no dejaba espacios a los valencianos, que cuando lograban encontrar fisuras en el área rojiblanca, se topaban con Oblak.
El Atlético supo aguantar la mayor parte de la segunda parte encerrado en su campo propio y no sufrir excesivamente con las sacudidas de los levantinistas. Ya en la prolongación, Marcos Llorente sentenció el encuentro tras un buen contraataque de los madrileños que dejaba sin opciones de forzar la prórroga a los locales.