No todo han sido buenas noticias para el Atlético de Madrid en el duelo ante el Real Valladolid. El cuadro rojiblanco se ha reencontrado con el gol en la primera mitad del Metropolitano, pero la segunda ha empezado con una lesión de Marcos Llorente y una pitada bastante importante de la afición rojiblanca a Rodrigo de Paul.
Llorente estaba siendo uno de los mejores jugadores del Atlético en los últimos tiempos. De hecho, fue el mejor del duelo ante el Levante en la Copa del Rey, asistiendo en el primer gol y marcando en el segundo. Había recuperado su olfato goleador, como aquel curso en el que el equipo ganó LaLiga Santander, pero ahora ha caído lesionado.
El centrocampista, que esta vez jugó en una posición más centrada junto a Koke, recibió un golpe en el borde del área de Oblak, cuando soltaba la pelota de espaldas. Una patada en el pie izquierdo, a priori, cerca del tendón de aquiles. Habrá que ver si se traduce en un sencillo golpe o se traduce de verdad en lesión.
Su baja, además, llega en un momento delicado, pues el Atlético visita el jueves al Real Madrid en los cuartos de final de la Copa del Rey.
El caso es que en lugar de Llorente entró Rodrigo de Paul. Mientras Marcos se iba entre aplausos, el argentino se llevó una sonada pitada, pocas veces vista en el Metropolitano. La afición no se olvida de todo lo que ha protagonizado De Paul en términos extradeportivos, desde fiestas nocturnas hasta altas horas de la madrugada hasta aquel duelo ante el Sevilla que se perdió mientras estaba en Miami con su novia y por el que nunca dio explicaciones.
Por si fuera poco, Rodrigo nunca ha terminado de rendir al nivel esperado sobre el césped, lo que explica a la perfección esos pitos de la hinchada colchonera. En ese cambio, por cierto, Griezmann también se llevó una ovación tras marcar un gol, asistir en otro y generar el tercero.