El Atlético de Madrid está en fantástica forma gracias a una plantilla que ha estado enchufada desde que terminó el Mundial de Qatar. Diego Pablo Simeone necesitaba que sus jugadores dieran un paso adelante y la mayoría han cumplido con creces. En concreto, en la victoria frente al Cádiz se confirmó una dupla que ha sorprendido con creces estos meses y han llegado a tal nivel que es casi imposible sacarles del once titular. Hablamos de Rodrigo De Paul y Nahuel Molina.
A principios de temporada estaban dejando muchas dudas por su rendimiento en el campo, con una falta de intensidad en defensa que le costó muy caro a los rojiblancos ya que cayeron en Europa y estaban en caída libre en LaLigaSantander. Sin embargo, Argentina fue en Campeona del Mundo en Qatar y, desde entonces, ambos han dado un giro radical.
El centrocampista tuvo que sudar la gota gorda para ganarse de nuevo el cariño de los colchoneros. Después del Mundial, sus escapadas en el Atlético crearon tensión entre jugador y club. Sin embargo, poco a poco fue trabajando para sumar más minutos hasta ser ese jugador implicado que deja lo máximo en el campo, un gesto que gusta mucho en el Metropolitano.
Su carácter se transmitía en el campo y su gol ante el Mallorca dejó ver que es un mediocampista completo capacitado para defender y atacar cuando el equipo le necesita. Sin duda ha despejado todos los rumores de una posible salida con trabajo y esfuerzo.
Nahuel Molina ha sacado su mejor versión goleadora que Simeone no se esperaba. A pase de su compatriota, el argentino marcó contra el Cádiz su tercer gol en seis partidos, siendo en el lateral más goleador desde que Juanfran dejó el equipo. "Me gusta ir al ataque", aseguraba después de marcar ante el Real Valladolid. Sin embargo, no es de extrañar que este consiguiendo estos números ya que en el Udinese marcó diez goles en los 68 partidos que jugó en Italia.
Su velocidad y capacidad asociativa con los delanteros han sido claves en este tramo de la temporada y, sumando su solidez defensiva, el Atlético tiene un jugador de absoluta confianza para la banda derecha.