Álvaro Morata ha pasado en apenas unos minutos de desesperar a sus propios aficionados a generar tres goles. En Vallecas, en la goleada del Atlético de Madrid ante el Rayo, el madrileño se encargó de liquidar al equipo local en el tramo final de un partido al que entró a los 34 minutos, tras la lesión de Memphis Depay.
Y eso que sus primeras acciones no fueron ni mucho menos buenas. Morata protagonizó un cúmulo de malas decisiones, de balones perdidos, de fueras de juego y desmarques por detrás de la defensa en lugar de hacerlo por delante. Incapaz de ganar un balón aéreo, de estirar al equipo en ataque... hasta que llegó el minuto 73'.
Ahí cambió todo para el bueno de Álvaro: aprovechó una buena asistencia de Saúl y que Balliu se había quedado enganchado para quedarse solo ante Dimitrievski, a quien batió por su derecha para hacer el 0-4 (vídeo superior).
No se frenó ahí Morata, que en el tramo final liquidó el partido. En el 84' anotó nada menos que el 0-6, batiendo a un endeble Dimitrievski tras una gran asistencia de Correa desde el centro del campo (vídeo inferior).
Y por si fuera poco, 2 minutos después, en el 86', participó en el 0-7 dando la asistencia a Marcos Llorente en el gol que cerraba el partido y culminando así la mayor goleada del Atlético de Madrid fuera de casa en toda su historia (vídeo inferior).
oficialmente no le dan la asistencia, no entiendo porque