José María Giménez volvió a sentirse futbolista en Mestalla. En un escenario poco idílico, claro pues el Atlético de Madrid cosechó una dura derrota ante el Valencia CF en la que el uruguayo participó durante la media hora final. Para entonces, el pescado ya estaba vendido, pero al menos el central tuvo tiempo para empezar a recuperar su mejor tono físico.
Y es que hay que remontarse nada menos que al 28 de mayo, hace cuatro meses, para encontrar el último partido de Giménez. Fue ante la Real Sociedad, en el Metropolitano, en la jornada 37. El 31 de mayo pasó por el quirófano y se perdió la última jornada del campeonato para someterse a una artroscopia.
El problema es que durante la pretemporada, Giménez sufrió una fisura en la tibia. Fue el pasado 24 de julio cuando el Atlético confirmó la lesión, quedándose fuera de los viajes de pretemporada. El propio futbolista ya advirtió que iba a estar cerca de dos meses sin poder jugar.
Así que, entre el paso por el quirófano, las vacaciones, la pretemporada, la nueva lesión en la tibia y el parón de selecciones, José María Giménez ha tardado casi cuatro meses en volver a vestirse de corto. Sólo se ha perdido cinco partidos, eso sí, y llega en un momento decisivo del curso: el Atlético jugará seis partidos en apenas 17 días de máxima exigencia, con jornada intersemanal y el inicio de la Champions.
Simeone, de esta forma, recupera efectivos en una zaga en la que aún no cuenta con Reinildo y tampoco con Soyuncu, lesionado con su selección. Tras el pobre partido de Hermoso, Witsel y Savic en Mestalla, el Cholo podría dar la alternativa a Giménez ante la Lazio o en el derbi ante el Real Madrid.